Buen domingo amig@s:
Acabo de regresar de correr en PAFRA, buen ambiente como siempre y muchos amigos compartiendo la pasión por el Running. Espero os haya ido genial a todos en vuestros entrenamientos y competencias.
Hoy publiqué en LA ESTRELLA DE PANAMÁ un artículo que espero muchos os identifiquéis con el, relativo a algunos de los principales obstáculos con los que nos encontramos los runners a la hora de nuestras prácticas, como el sueño, el clima, o el cansancio. Reconozco que a veces me cuesta muchísimo pararme de la cama para salir a correr a las 4.00 o 5.00 am, la pereza es grande, pero si logro dar esos primeros pasos fuera de ella ya no hay vuelta atrás. Cuando me ha logrado vencer bien la cama, un mal clima u otros factores, luego resulta que me paso todo el día bien frustrado y decaído, por no tener suficiente fuerza de voluntad. Me gustaría si alguno tiene tips o consejos para superar este tipo de situaciones los comparta dejando un comentario. Gracias.
Podéis ver la página completa en la imagen inserta a continuación, o como texto simple al final de la entrada.
Fuerte abrazo y nos vemos en la Ruta !
FER
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¡ A CORRER ! NO HAY EXCUSAS QUE VALGAN
Aunque correr sea una de
nuestras actividades favoritas, hay días en que nuestro cuerpo y mente no están
alineados, pudiendo caer en la tentación de obviar el entrenamiento.
En este tipo de situaciones seguramente
quedaremos con nuestra autoestima runner dañada y el resto del día con remordimiento
como si hubiéramos cometido una falta grave.
CUANDO
SUENA LA ALARMA
Uno de los momentos críticos
para los runners que realizan sus prácticas en la madrugada es levantarse de la
cama, y vencer la tendencia inicial a apagar la alarma para seguir durmiendo.
Son segundos durante los cuales nuestra mente encuentra, e incluso inventa,
excusas de las mas variadas para convencerse a uno mismo de que es mejor
quedarse metido en la tibieza de las sábanas. Creo no importan los años que uno
lleve corriendo que todos estamos sometidos a esta tentación, y en ocasiones
sucumbimos finalmente a ella. Si reconocemos que nuestra fuerza de voluntad es
frágil y necesitamos de un estímulo adicional para vencer esa pereza, no hay
nada mejor que coordinar el entrenamiento con compañeros. El tener ese
compromiso personal previo será el empujón que nos impulse fuera de la cama
para dar los primeros pasos, seguramente con dirección al baño. Una vez llegado
al mismo y aunque suene cómico, podemos considerarnos en una “zona segura”, porque regresarse a la
cama ya no debería ser una opción.
MIRANDO
AL CIELO
Nuestro país cuenta con una
climatología en la que casi todos los días se conjugan horas de sol antes del
mediodía con lluvia por la tarde. Correr bajo la lluvia, salvo que se trate de
un aguacero tropical aunado a tormenta eléctrica, no tendría que ser una
actividad traumática ni que necesariamente nos provoque un resfriado. Si cada
día que llueve o “tiene pinta” de
llover, optamos por quedarnos en casa, van a ser mas los días que nos saltemos
el entrenamiento que los que salgamos a correr. Haz la prueba y verás que
cuando te acostumbras a trotar bajo la lluvia, resulta hasta agradable. Por
supuesto que no te recomendaría realizar tus sesiones en la ciudad empapado por
el agua que te lancen los carros al pasar, pero hacerlo en un entorno natural
es completamente diferente. Si tienes dudas sobre si lloverá o no, opta por
doblar un jacket plástico y correr con el guardado parcialmente en la parte
trasera de tu licra o short. No te molestará en absoluto, y lo tendrás a mano
en el momento que pudiera ser necesario.
ESTOY
CANSADO
Es entendible que sometidos al
agitado ritmo de vida que tenemos podamos acumular cansancio físico y algunas
dolencias, tomándolas como pretexto para anteponer otras actividades menos
demandantes a nuestros entrenamientos. El descanso es totalmente necesario
cuando se realiza un ciclo o programa de entrenamiento, pero de igual modo sentir
cansancio es también parte y síntoma de que el trabajo está rindiendo sus
frutos. No todas las sesiones deben de ser a plena intensidad buscando dar el
110%, ya que de ese modo solo se logra acumular desgaste sin que el cuerpo
tenga la posibilidad de asimilar el entreno. Si realmente no te encuentras en
las condiciones requeridas para completar un trabajo de calidad, siempre es
mejor buscar una alternativa más suave que tomar la decisión de quedarte tumbado
en casa viendo TV. No solo tu cuerpo te lo va a agradecer, sino que
psicológicamente te vas a sentir también más fuerte, superando momentos de duda
similares a los que posteriormente puedas experimentar durante las
competiciones.
Hola Fernando...buena carrera de Pafra, por lo general no entreno de madrugada sino after work jejeje pero debe ser vitalisimo de madrugada.
ResponderEliminarEsa es la diferencia,lo voy a intentar... un saludo amigo.
Uf, es un madrugón tremendo pero ahora que aquí también aprieta el calor yo lo prefiero, además llego como más enchufada al trabajo
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