"Lulú, déjame en paz ! ! !".
La perra tinaquera me mira con sus grandes ojos y repitiendo el gesto se me pone panza arriba en el piso para que la acaricie. Son las 5.10 de la mañana y es noche cerrada en Las Cumbres. Estoy sentando fuera del portón de casa esperando a mi amigo Patrick que pasará a recogerme para ir a Summit. Mientras llega la hora, Lulú que vive en la calle pero está medio asilada con refugio, comida y cariño, vuelve a ladrar para captar mi atención. "Chisssttt silencio, coño,...vas a despertar a todo el mundo",...pero a ella poco le debe de importar porque sigue jugando y moviendo la cola.
Patrick llega con puntualidad europea. "Como estamossss???" me dice con su acento afrancesado. Subo al carro y me reconforta la cálida temperatura del mismo. Según vamos hacia Chilibre conversamos sobre los planes de cada uno. El quiere hacer 3 horas de fondo suave, mientras que yo correré la Media-maratón de Summit. En los márgenes de la calle vamos dejando toda clase de variopintos jardines (bares musicales) llenos de gente todavía celebrando. "Ten cuidado Patrick, solo falta que nos volemos a algún borracho a estas horas".
A las 5.45 am todavía es noche cerrada pero en los aparcamientos del Parque Summit ya se presiente agitación y actividad. Patrick inicia su fondo en dirección a Gamboa, mientras yo tomo mi mochila y voy a la mesa de inscripción. Las primeras luces del día despuntan y los rostros de los presentes se van volviendo cada vez mas nítidos y visibles. Muchos amigos y conocidos se acercan a saludar. "Viene Blanco"??? me preguntan. Fernando Blanco es el actual Campeón de Panamá de Maratón y todo el mundo lo tiene como uno de los favoritos. "No, no viene,...hablé con él y no quiere forzar,...lleva un año muy cargado" respondo en varias ocasiones. Lo siento por mi tocayo Fernando ya que somos muy buenos amigos y adicional compañeros de equipo en SAUCONY. Nicolás García se me acerca y nos abrazamos. "Que tal Nicooooo???,...como ves la vaina"??? Nicolás y yo hemos compartido cantidad de batallas juntos, y aunque rivales nos respetamos mucho. Me comenta que el vencedor de las 2 últimas ediciones Saturnino Camacho no será de la partida esta vez. No habrá triplete.
A esas horas ya hay una marea de gente en los alrededores entre competidores, familiares, miembros de la organización, prensa y curiosos. Saludo a muchos otros amigos, conocidos de vista, y algunos mas con los que todavía solo tenía contacto por facebook. "Enrique Vergel", se presenta y me da la mano. "Hola Enrique, por fin nos conocemos". Enrique tiene un interesantísimo proyecto llamado Fondismo en el que está recopilando gran parte de la historia del atletismo y otros eventos de fondo de Panamá. Que buena iniciativa. Se me abraza Guillermo Zaldivar, del team Running Balboa,..."ayalá vida, si aprieta duro este montañero" pienso para mis adentros. A su lado soy como un fideo. Me cuenta de sus planes y trips, y de como el trail desde la prueba del Valle le ha enganchado. A un lado se empiezan a congregar un poco de chicas con camisetas rosadas,..."Donde está Iris????" me preguntan. Están buscando a Iris Regalado para la foto. Son 8 chicas de PURAVOLUNTAD y del X Team de Emmanuel Lemma que están haciendo causa contra el cáncer. Intento colarme en la foto y al final lo consigo. "No estaba con tantas mujeres desde la Universidad" les digo riendo.
Veo a Julio Calvo pensativo. "Ehy Pochi, que tal las zapatillas???". En esta semana lo estuve acompañando a comprarse unas nuevas. Conversamos y nos deseamos suerte. Que buen tipo este Pochi de verdad, de lo mas sano que he conocido en el mundo del deporte. Choco manos con Víctor Liao, y hago calentamiento con Eduardo Fergusson. Aparece también Kariné Dolabdijan "la uruguaya" y mientras trotamos conversamos un poco de todo. Cantidad de Argentinos y Uruguayos que hay en Panamá últimamente. Hablando del rey de roma "Que pasa Fer" ! ! !,...me saluda desde detrás de sus lentes Gabriel Gonzalez. Este si me "tiene podrido" del todo como dicen en el cono sur,....jajajaa,...todavía recuerdo nuestras batallas en los duatlones y demás carreras. Me dice que está como apoyo de su grupo del Top Training Club y seguirá la prueba desde la bici. Cuanta buena vibra se va sintiendo. Como no podía faltar, aparece Vladimir Bolaños con su característico bigote,....el día que se lo corte va a pasar desapercibido y no lo vamos a reconocer. Le deseo suerte para Cozumel pero me aclara que en esta vuelta no va. Demasiado tiempo de entreno y una familia que cuidar no son buenos aliados. Isabel Sirera en cambio si va y mientras calentamos luce toda orgullosa su bonito atuendo especialmente diseñado para la ocasión.
La salida está prevista a las 6.30 am, un poco tarde para mi gusto pero llega la hora y todavía hay una larga cola de corredores enfrente de la mesa de inscripción. Yo ya hice mi calentamiento y estoy sudando. Ni modo, toca esperar. Veo a Margaret Von Saenger y su amiga Nina, y cambiamos unas cortas frases en inglés. Joakim el "sueco demente" está con su esposa. "Hoy tienes el chance de ganarme y tomar revancha del segundo puesto del Valle", le digo. Se ríe y tuerce el gesto. Que buena gente este sueco, lástima pensar que en poco tiempo se regresa para su tierra, una enorme pérdida para la comunidad de corredores y para los locos del ultrafondo. Desde un carro me saluda Carlitos Rettally que va llegando a última hora. "Y este????...No va a correr"???. Al poco me aclara que está apoyando al grupo de PURAVOLUNTAD del cual es Presidente y adicional está debutando su esposa Lorena en los 21 km. "Waoooo, si le dió fuerte a Lorena, que máquina",...hace solo unas semanas la mujer estaba bien malita.
Pocas veces había visto tantos fotógrafos,....click, click, click,...parecemos celebrities. El calor ya empieza a apretar y creo todos vamos tomando conciencia de que hoy no será un día para records o marcas personales. Parece vamos a sufrir bastante. Por fín a las 7.00 am el Sr. Miró presidente de CORREDORES DEL ISTMO altavoz en mano nos alista en la salida y da la largada. Por los atletas que he ido reconociendo durante el calentamiento, estar en el top-10 como es el objetivo que me he marcado va a estar complicado. Hay 4 ó 5 corredores fuera de mi alcance ahora mismo. El resto depende de mi.
Agustín "pelencho" Alcazar y César Muñoz toman la cabeza desde los primeros metros. Los dos se conocen bien y son del mismo equipo. Imposible seguirlos, un suicidio. A su estela me junto con Nicolás García. Parece que el destino de Nico y el mío siempre están unidos en estos 21 km de Summit.
Al kilómetro 1.5 giramos en un cono de regreso y entonces empezamos a cruzarnos de frente con los demás competidores que nos siguen. Montones de caras conocidas que pasan rápidamente como en una película de alta velocidad, y muchos gritos de ánimo, "venga Fer", "aupa Nico", "dale, dale", "ale Tripi". En el kilómetro 2.5 veo que el paso que llevo con Nicolás es demasiado exigente para mi. Me resigno y le tengo que dejar marchar. Lástima porque Nico es un seguro de vida, sabes que el 99% de las veces es exacto en los ritmos como un reloj. Pero las cosas son como son. De los recuerdos de los años pasados no se vive. Yo recién estoy comenzando a coger la forma y el viene de ganar hace varias semanas los 15 km de Clayton con total autoridad. No hay color por el momento.
Pasamos en el kilómetro 3 de nuevo por el área de salida y recibimos decenas de gritos de apoyo. Entre la multitud distingo a Carlitos Rettally que cámara en mano está sacando fotos, "Vamos Ferrrrrr".
A partir de ahí ya se entra en un ida-vuelta por medio del Parque Soberanía en dirección a Gamboa. Terreno picando hacia abajo a la ida pero con 4 buenas lomas, y calle picando hacia arriba en el regreso con 5 repechos. Resumiendo, 9 subidas en total.
Son solo las 7.15 de la mañana y me alegro de haber tomado la visera. A pesar de la abundante vegetación, donde se filtra el sol comienza a calentar de verdad. Muchos familiares, amigos, y fotógrafos van siguiendo la prueba en carros y bicicletas. Cada poca distancia recibimos ánimos y somos inmortalizados por los objetivos y lentes de las cámaras.
Estamos en el kilómetro 4.5 subiendo la segunda loma por el tanque de agua y comienzo a oir unas zapatillas detrás de mi cada vez mas cerca. Tengo por costumbre nunca mirar atrás en las carreras salvo muy contadas excepciones. Creo es un síntoma de debilidad y prefiero mantener mi mente enfocada al frente. No se ni cuantos atletas vienen ni quienes son. Pero los pasos se aproximan. Por fin se empareja a mi lado un corredor al cual reconozco al instante. Lleva una respiración mas agitada que la mía pero también un paso mas ligero. "Vamos Fernando" me dice. Conversamos unas pocas palabras. Es Marco Coronado, un excepcional atleta ganador de muchisimas carreras durante los primeros años de mi estancia en Panamá. Segundo en esta misma prueba en el 2006 y 5º el año pasado, es de esos corredores que no se prodiga mucho pero que cuando sale en una competencia es porque va a disputarla. "Que cagada", me digo a mi mismo,...eso de perder puestos tan temprano pone en peligro mi objetivo del Top-10. Al menos ya no se oyen mas pasos por detrás. Marco me pasó en plena loma y a pesar de que soy un buen trepador por entrenar en Las Cumbres, me ha dejado enseguida cortado.
Por delante veo en la lejanía como la pareja puntera Alcazar-Muñoz se ha roto y ya todos vamos en fila de uno. Nicolás con su uniforme rojo es al que se le ve ganando posiciones y va de tercero. "Bueno por Nico", dale duro hermano. Si yo no puedo ganar que gane él. Se lo merece. Vamos corriendo por una calle cada vez con mas curvas, y añadido las lomas provocan que según pasan los kilómetros se vaya complicando el tomar referencias visuales. Pronto dejo de ver incluso a Marco que va justo delante de mi. Por momentos la jungla absorve todo. No se oyen ruidos de zapatillas ahora. Solo los sonidos de la fauna, especialmente cientos de aves.
Estudiantes de la Academia de Policía apostados en los arcenes nos van ofreciendo regularmente bolsas de agua. Está caliente pero al menos sirve de hidratación. Al tomar la última loma de bajada hacia el puente sobre el Lago Gamboa se que hay que hacer otro esfuerzo para mantener el ritmo y concentración durante el cruce. Si uno se descuida puede tropezar fácilmente con los irregulares tablones de madera y los tornillos que sobresalen. Me mantengo por el carril de los vehículos pero me encuentro de frente con el tráfico en sentido contrario. Lo esquivo como puedo y me adentro en el poblado de Gamboa. Ahora es el momento de cruzarse con los corredores que me anteceden, ver las diferencias, la cadencia de sus pasos, sus miradas. Es un estudio psicológico para saber como está cada uno. Obviamente nadie ha nacido ayer y todos intentan poner su mejor gesto y zancada. Pero si para otros aspectos del running el sumar años es un lastre, en este tipo de situaciones es un grado y pocos detalles se me escapan.
Pelencho Alcazar viene en la punta,...luce muy fresco y seguro,....cruce de saludos y a seguir. Nicolás viene ya de segundo, ha remontado dos puestos, pero tiene muy complicada la victoria. "Vamos Nico con todoooo", pero siento que de nuevo el primer escalafón va a estar un año mas vetado a mi amigo. Coronado pasa sudoroso corriendo en tierra de nadie. Para mi sorpresa, con el último que me cruzo es César Muñoz, el actual sub-Campeón de Panamá de Maratón y que salió de puntero con Alcazar. Su rostro y paso es un poema. En ese sector pegado al Canal de Panamá no hay nada que pare el viento y entra con fuerza de cara dificultando aún mas el ritmo. Tomo tiempos en el giro y veo que quizás haya opción de atacar ese puesto. Por primera vez en la larga recta de Gamboa veo como viene la gente por detrás. Sonrío cuando no veo a nadie en 300 o 400 metros,..."BIEN" me grito a mi mismo,..."esto está hecho Fernando,...TOP-TEN,...TOP-TEN,.... hay que aguantar,.. hay que aguantar ! ! ! Sigo corriendo camino de nuevo al cruce sobre el puente y me encuentro con mi inmediato perseguidor,...nos saludamos,...Gustavo Román Ávila,...excelente atleta y 6º puesto local este año en la Maratón de Panamá,...muy buena referencia el estar delante de él pero es muy peligroso tenerlo detrás.
Empiezo a cruzarme con el resto de los competidores. Supero el puente y enseguida se vienen dos fuertes lomas solo separadas por un falso llano en El Renacer. El calor sigue golpeando duro. La boca se seca, y el paso se acorta cada vez mas. Se que la marca va a ser mala, pero eso ahora no importa. Estoy corriendo por un puesto como objetivo y salvo catástrofe lo tengo en el bolsillo. Me cruzo con Martín Rivas, ganador de esta prueba en el 2000 que va resoplando camino a Gamboa. Me asombra ver a grandes corredores y buenos especialistas muy retrasados. Otro de los teóricos punteros Antonio Gonzalez viene perdido en medio de la nada. "Waoooo,....esta prueba está haciendo daño a mas de uno". Según van pasando mas y mas competidores se va acrecentando el cansancio en sus rostros, en sus respiraciones y en sus gestos de carrera. Intento ir concentrado al máximo mirando un par de metros por delante de mi paso, pero son continuos los gritos de ánimo que recibo de otros corredores y levanto la vista. En contraposición a sus ruidosas expresiones yo vagamente puedo responder con un contenido "vengaaa" que mas parece un gruñido. Puedo parecer descortés, pero mi respiración no da para mas en esas lomas. Tengo a mi predecesor en la mira y veo como las diferencias se van acortando. Ahora mismo no me importa como venga la carrera por detrás. Entre los rostros con los que me cruzo distingo a amigos y compañeros del asfalto, como Mari Matos, George Shoemaker, Javier Gonzalez, César Guillen, Lizbeth Campos, Alicia Zorrilla, Daniel Alveo, Iris Regalado, Liz Ramírez, Jorge Kolon, Ismael Palma, Jorge Riba, Tony Cadogán, y muchos otros, perdón a los que se queden en el tintero. Es una columna multicolor que parece no tener fin. Otros como Jose Sánchez, Ilo, Rolo o el Pana Gabriel animan desde los carros y bikes.
A falta de unos 5 kilómetros para meta me pongo a tiro de César Muñoz. Que clase de corredor el que llevo delante. Tan solo 26 años pero está llamado a ser uno de los mejores maratonistas panameños en un futuro cercano. Por su ambición y manera de correr es un atleta de 2h30 no tardando si logra una buena orientación y apoyo. Siento admiración por él porque otro en su caso hubiera tomado el camino fácil de optar por el abandono. Pero él está ahí sufriendo en el ardiente asfalto, aprendiendo una lección de humildad que a buen seguro le vendrá muy bien para otras competencias. Todas estas consideraciones están muy bien pero tengo que volver a la realidad y en esos momentos es un rival mas. No puedo andar dándole palmadas en la espalda. Un atenuado "vennngaaa" es todo lo que me sale cuando me pongo a su par con un ritmo falso, pues lo acabo de incrementar solo unos metros antes. No hay ninguna respuesta y me voy por delante.
Los últimos kilómetros se hacen muy duros. El paso se cae tremendamente, y la falta de hidratación empieza a pesar. El poco agua que nos ofrecen está a temperatura ambiente. Ya solo quedan dos lomas y después la meta. Pero antes hay una larga recta en la que no se detiene el calor. No veo a nadie delante desde que pasé a Muñoz. Parece me llevan una ventaja enorme. Cuando uno pierde las referencias queda sin rumbo en medio de la nada. Instintivamente caes en ritmo de supervivencia con el único objetivo de terminar. Miro el crono y confirmo que el ritmo es ridículo. "Yo entreno mas deprisa que esto" me digo. Es de locos. La carrera no se termina nunca. El último agua que me lancé por la espalda no hizo ningún efecto.
Ya veo la recta de meta y por efecto psicológico doy el último acelerón. Mi sonrisa inicial se convierte en mueca cuando miro el crono, 1h26 largos,...."vaya mierdaaaa" se me escapa de los labios,...."puffff", resoplo....pero bueno, es lo que hay.
Mi instinto de supervivencia de inmediato me hace pedir hidratación. Todavía estoy jadeando y no bocalizo bien. Hago señas con la mano hacia mi boca, "bebida, bebida",..."agua, agua",...Pero no hay agua. Ni Gatorade. Ni nada. En esos momentos no pienso en ninguna consideración o reproche sobre este aspecto sino que necesito hidratarme con urgencia. En el carro de Simón tengo hidratación, powerade, ensure y comida de sobra, pero el tiene las llaves. Se me olvidó que hoy no disputa, todavía va a demorar. Hay una máquina de sodas en el zoológico cercano pero no tengo tampoco plata. Pido a todo el mundo por allí concentrado si tienen algo de beber,....pero nadie tiene nada. Milagro encuentro a Luis Vega del Hash y le pido agua. Tampoco tiene,..."Luisito cómprame una soda o lo que sea en la máquina please". Su cara se ilumina, "Si quieres tengo cerveza fría en un cooler en el carro". Jamás había tomado una cerveza con tantas ganas. Doy gracias a dios de que exista el Hash y gente como Luis, Rompy, Tony y demás amigos que siempre tienen un cooler dispuesto para estas urgencias de primera necesidad. Si el Hash no existiera habría que inventarlo ! ! ! Me la meto de un solo tiro y recupero algo de aliento.
Veo llegar a meta a Muñoz desencajado, pocos segundos por delante de Gustavo Ávila. Miro el crono,...increible ! ! !...Corredores fácil de 2h50 en 42 kms y están entrando rotos en 1h30 en una half ! ! ! Que locura de prueba ! ! ! Felicito a Nicolás que está sentado con rostro cansado y no hace ni por pararse. Le digo que corramos un poco suavecito para estirar. No quiere y le tengo que insistir varias veces. Por fín empezamos a trotar en sentido contrario al de meta y vemos llegar a los siguientes competidores. Pocas veces habré sido espectador de una situación tan penosa y dantesca. Gente totalmente desorientada, con el arco de meta a 200 metros delante de ellos y casi sin saber para donde correr. "Agua, agua" piden algunos. "No tengo nada" les digo con resignación. Aparece Hector Pacheco que ha estado siguiendo la prueba desde un carro. De una vez le pido cerveza. Lamentablemente aunque fiel Hasher esta vez no tiene ninguna. "Mierda,..que cagada",...Nos comenta que ya el agua se acabó en la ruta hace rato y casi todo el mundo está regresando de Gamboa sin hidratación. Los familiares y amigos de corredores son los que están repartiendo el poco líquido que tienen entre propios y extraños. La calle está abierta al tráfico y se hace peligroso. Pasan varios triatletas del TTT algunos de ellos como a punto del colapso. Gente totalmente descompensada corriendo por instinto, con mirada perdida, zoombies. El clima definitivamente estuvo canalla. Mucha humedad, mucho calor, y poca o nula hidratación,...una mezcla potencialmente explosiva.
"Un médico, un médico",....un competidor ha colapsado cerca de donde estoy hablando con Carlitos Rettally y éste como buen doctor sale disparado a auxiliarlo. Momentos de preocupación y tensión. La cara del joven un poema. Se ha ido de frente y tiene cortadas y hematomas múltiples. Se le logra estabilizar poco a poco. "Paramédicos,....paramédicos", gritan desde el otro extremo de la calle,...Otro corredor en situación similar,...pero como pasa en estos casos no hay dos sin tres, y una chica también requiere de asistencia médica urgente. A duras penas conseguimos algo de hidratación y alimento para el chico que está atendiendo Carlitos. El único agua disponible sale de una manguera de regar cercana de la cual en esos momentos poco importa si es potable o no. Adicional a la falta de agua no hay nada que comer. Gracias a dios ya recuperé mi mochila y le sugiero a Carlitos darle al chico unas cramberries secas que tengo para subirle rápido el azucar. La situación es tensa y para relajar el ambiente bromeo con nuestro nuevo amigo "Cuando tengas que dar explicaciones sobre tu aspecto di que te diste de trompadas con alguien,...que tu quedaste mal,....pero que el otro quedó mucho peor". Parece surte efecto y al menos se rie con buen humor. Es su debut en 21 kilómetros y siento la triste imagen que se pueda llevar. Poco después es evacuado para asistencia hospitalaria.
Regreso a la ciudad con mi esposa, Nicolás y su hijo. Tengo un sabor agridulce. Por una parte de satisfacción porque en lo deportivo di todo lo que tuve y alcancé el objetivo buscado, ya que los resultados oficiales me otorgan el cuarto puesto. Por otra, con un sentimiento de tristeza porque la situación vivida va mucho mas allá de lo exigible a un deportista y roza ya con la temeridad y la integridad de su salud.
Gracias por las fotografías a Pablo Quintero, Enrique Vergel (Fondismo), Trois.com.pa, Carlitos Rettally, Panama Sports Magazine, y Corredores del Istmo.
FER