Buen lunes amigos,
Espero hayáis sumado una buena cantidad de kilómetros este fin de semana, bien sea debido a vuestros entrenamientos, o si habéis competido como por ejemplo en la Media maratón de Pesé, el Maratón de Londres u otras carreras.
Aprovecho que tengo algo de tiempo para compartiros la última colaboración que he publicado en la revista SPORTS & HEALTH, edición de abril de 2019.
El tema del que he escrito en esta oportunidad es sobre el "Retro Running", y si estáis interesados en saber algo más de esta curiosa modalidad podéis leer el artículo directamente en la web de la revista en este ENLACE, también en las imágenes insertas a continuación, o si preferís en modo texto sencillo al final de la entrada.
Espero os guste, saludos y nos vemos en la Ruta!!!
FER
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EL RETRO RUNNING
Por Fernando Revuelta
Hay una famosa frase que
dice que “para atrás ni para coger
impulso”, con el significado de que siempre debemos enfocarnos en crecer y
avanzar sin caer en el desánimo que nos pudieran provocar situaciones adversas
de nuestro entorno. Llevada al mundo del deporte, esta frase tiene una
excepción cuando nos referimos al retro
running, una modalidad que con el tiempo ha ido tomando fuerza entre
deportistas que la han adoptado como un método complementario de sus
entrenamientos tradicionales, e inclusive como una alternativa al modo usual de
correr en el mismo sentido que el de nuestra visión.
Desde hace varias décadas
algunos deportistas de diferentes modalidades como futbol, baloncesto, tenis, y
por supuesto corredores, incorporaron por costumbre en sus entrenamientos tanto
al aire libre como en gimnasio algunas rectas o diagonales corriendo de
espaldas como una forma de ejercitar los músculos de una manera diferente a la
usual. Algunos de ellos sintieron con el paso del tiempo que cada vez
disfrutaban más corriendo de este modo, y comenzaron a agruparse y organizar
eventos específicos. Así es que surge a partir del 2005 el retro
running en Europa como una disciplina independiente, principalmente en
Alemania, Austria e Italia, expandiéndose rápidamente a otros continentes y
países como Japón y Estados Unidos. Inclusive se celebran Campeonatos del Mundo
de la especialidad con distancia hasta media maratón.
¿CÓMO SE PRACTICA?
La principal
característica y casi única regla del retro running es que las
puntas de los pies de los corredores deben señalar el sentido contrario al de
la marcha. Ello supone de inicio una obvia dificultad, ya que al ir de espaldas
los corredores no pueden ver a las personas ni los obstáculos que se encuentran
en su camino, con excepción de los eventuales giros que cada cierto tiempo
puedan hacer con la cabeza. En el retro running el eje
corporal se debe mantener inclinado del mismo modo que cuando se corre de
manera normal y simulando el mismo braceo, aunque el torso y las caderas por lo
general tienden a sufrir un movimiento de rotación mayor. Respecto de la
zancada, lo más eficiente resulta aterrizar con las punteras de las zapatillas,
para luego apoyar el metatarso. Hay atletas, sobre todo los de velocidad, que
casi nunca llegan a apoyar el talón. Las zapatillas indicadas para esta modalidad
serían aquellas que siguen la tendencia del natural running, en las
cuales casi no hay diferencia de inclinación entre el talón y la puntera.
En
el retro running sufrir una caída es un riesgo real, tanto por un desequilibrio al
impactar con un obstáculo o defecto del terreno, como también por calambres debido al agotamiento
muscular. El miedo a sufrir un accidente es el principal motivo por el que
muchos corredores no gustan de esta modalidad. Antes de comenzar a correr de
espaldas es recomendable practicar la caminata hacía atrás, hasta que se tenga
un cierto grado de soltura y confianza. Luego se pueden ir intercalando en las
corridas habituales pequeños tramos de carrera de espalda, ir aumentando de
forma progresiva su duración a cinco o diez minutos, y de igual modo ir ganando
en velocidad. Una manera de integrar el retro running a
nuestros entrenamientos es realizar trotes cortos de frente, de espalda y
laterales a ambos lados, con el objeto de obligar a las articulaciones y
musculatura de nuestro cuerpo a trabajar en todas las direcciones.
El mejor sitio para
realizar retro running es una pista
de atletismo cerrada, ya que en ella el piso es firme y homogéneo, no hay
posibilidad de atropello con vehículos o bicicletas y las líneas que delimitan
las calles sirven de guía para no chocar contra otros corredores. También son
adecuados carriles específicos para caminantes a horas en las que no haya casi
afluencia de público, siempre que el firme sea asfalto o concreto en buenas
condiciones. Algunos deportistas de la modalidad suelen entrenar acompañados
por otros atletas o ciclistas que van en el sentido habitual de la marcha, los
cuales sirven de protección y actúan como los segundos ojos del corredor. En
cuanto al perfil, se recomienda que el mismo sea plano o en todo caso con
pendiente ascendente, lo que contribuirá a ralentizar nuestra velocidad.
Realizar retro running en bajadas es mucho más
complicado y peligroso, indicado solo para corredores muy experimentados. Un
enorme riesgo tiene también la práctica del retro running en
caminadora o tapiz rodante dentro de un gimnasio, ya que las caídas pueden ser
de tremenda gravedad.
¿PARA QUÉ SIRVE?
Aunque algunas personas lo
califiquen de ejercicio antinatural, sin duda a nadie le deja indiferente ver
videos de estos deportistas corriendo hacia atrás a velocidades vertiginosas. Hay
consenso casi unánime entre los atletas y técnicos en el sentido de que correr
de espalda de manera esporádica como parte de la rutina de entrenamiento tiene
efectos beneficiosos. Se cita por ejemplo que esta forma de correr ayuda a
fortalecer los músculos antagonistas ubicados en la parte posterior de la
pierna, los cuales cuando se corre de forma habitual tienen menor actividad por
cuanto solo realizan un movimiento de acompañamiento en sentido opuesto a los
principales. También se afirma que correr de espalda produce menos impacto en
la rodilla, una de las articulaciones que sufre más durante el gesto de carrera
y sobre la que recaen gran número de lesiones. Respecto del gasto de calorías,
correr de espalda supone un mayor esfuerzo que hacerlo de frente, y se estima
que el consumo energético aumenta en un 30%, circunstancia a tomar en cuenta
sobre todo por aquellas personas que asocian la carrera al objetivo de pérdida
de peso. Por último, practicando esta forma de correr se potenciaría adicional
el equilibrio y la coordinación.
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