PLANIFICANDO LA TERCERA EDAD
El Homeshare se convierte en una alternativa frente a los asilos tradicionales
Buenos días,
Mitad de semana y os quisiera compartir una nota que redacté para la sección de Bienestar de FACETAS el domingo pasado en LA ESTRELLA DE PANAMÁ. La mayoría de nosotros tenemos en nuestras familias personas de edad avanzada, y frente a lo que venía siendo tradicional hace unas décadas, cada vez se hace más complicado que los parientes se hagan cargo de ellos y les procuren los cuidados adecuados en el hogar familiar. Actualmente hay otras alternativas como la vivienda compartida (homeshare) y residencias (que no asilos en su sinónimo de lugar de enclaustramiento), en los que se dan atenciones médicas, nutricionales, y emocionales adecuadas de calidad tanto para adultos mayores independientes, como dependientes. Todos en algún momento de nuestras vidas llegaremos a esta etapa, y no está de más ir planificando el futuro previendo los recursos económicos necesarios para afrontar esos años, porque depender solo de un plan de jubilación estatal puede resultar dentro de unos años algo ilusorio.
Podéis consultar el artículo principal en la propia web del diario en este LINK, la página completa en la imagen inserta a continuación, o como texto simple al final de la entrada.
En la confianza de que os sea de interés, fuerte abrazo y nos vemos en la Ruta!
FER
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PLANIFICANDO LA TERCERA EDAD
Tradicionalmente las opciones para cuidar
de adultos mayores pasaban exclusivamente por mantenerlos en la casa familiar o
ingresarlos en un hogar de reposo. Hoy en día nuevas alternativas como las
viviendas compartidas y los residenciales de tercera edad tienen cada vez más
adeptos
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Los hijos con frecuencia ya no pueden
hacerse cargo de sus padres, debido a que generalmente ellos y sus parejas
trabajan fuera del hogar la mayoría del día. Otras veces son la falta de
espacio o problemas de convivencia los que impiden que los adultos mayores
pasen los últimos años de su vida en la casa familiar.
HOGARES
DE REPOSO
Las residencias, en sus múltiples
denominaciones de hogares, casas, o centros de adultos mayores, han sido
usualmente los lugares elegidos para ingresar a los adultos dependientes. Aunque
cada vez hay mayor reglamentación y control sobre este tipo de
establecimientos, todavía queda en el recuerdo de muchas personas los casos de
abuso, malos tratos y fraude cometidos en perjuicio de sus familiares por
individuos inescrupulosos, los cuales no daban el servicio realmente
contratado, descuidando desde la atención médica, al aseo y la alimentación.
Enrique Rodríguez regenta una pequeña
residencia para mayores en Ciudad de Panamá y conoce de la problemática
asociada a este tipo de centros, “En Panamá por lo general las familias no
quieren pagar lo que realmente cuesta el servicio, ya que para que sea viable
no puede ser menos de $1,200 al mes, y con todo y eso necesitas tener 5 o 6
huéspedes mínimo para cubrir gastos. Pero la gente no quiere pagar más de
$600 o $700 ya que las jubilaciones son
bajas. Además es muy difícil conseguir colaboradores técnicos comprometidos y
que tengan un concepto enfocado a que el residente siga siendo parte de la
sociedad, sacándolo por ejemplo a pasear, o dándole conversación y cariño.”
VIVIENDA
COMPARTIDA
Una de las alternativas que está teniendo
mayor éxito en los últimos años en todo el mundo es la de compartir vivienda,
conocida en la terminología inglesa como “homeshare”. Se da la circunstancia de
que cada vez hay un mayor número de adultos que viven solos, bien porque nunca
formaron una familia, o porque los hijos se fueron del hogar familiar al
hacerse mayores y después falleció el cónyuge. Estas personas al final de sus
días quedan solas, habitando viviendas en las que se infrautiliza el espacio, y
subsistiendo muchas veces con reducidas pensiones. El sistema de vivienda
compartida surgió inicialmente para establecer el contacto entre estos adultos
mayores, necesitados sobre todo de compañía, y ayuda para realizar ciertas
tareas del hogar y cotidianas, y estudiantes universitarios que se tenían que
desplazar fuera de sus lugares de residencia, apremiados a su vez por conseguir
un alojamiento económico. Esta simbiosis logra satisfacer las necesidades de
ambos, paliando la soledad y desamparo de los ancianos, a la par que cubriendo
la necesidad de vivienda de los jóvenes mediante un alquiler muy económico e
incluso gratuito.
URBANIZACIONES
SOLO PARA MAYORES
La crisis económica provocó muchas
prejubilaciones de profesionales que se vieron a una edad todavía relativamente
joven, con mucho tiempo libre, y una suma económica importante en los bolsillos
para planificar su vida a futuro. Algunos empresarios vieron las posibilidades
de este nicho de mercado y pensaron en ofrecer alternativas de vivienda para
estas personas que ya superaron el medio siglo de vida y sus familias,
construyendo urbanizaciones y residenciales exclusivamente para ellas y
previendo su ingreso a futuro en la tercera edad. Estos complejos se
caracterizan por tener apartamentos adaptados, generalmente de pequeña
extensión, con el objetivo de que sean seguros y cómodos. Las facilidades
habitacionales van generalmente acompañadas de áreas verdes para el
esparcimiento y edificaciones para servicios comunes como comedor, peluquería,
sala de televisión, farmacia, o hasta un pequeño consultorio médico. Incluso se
están dando casos en que un grupo de conocidos optan por formar cooperativas
para constituirse ellos mismos en promotores de estas facilidades,
construyéndolas no solo a su propio gusto y necesidades, sino adicional
consiguiendo una economía importante en cuanto a los costos.
ESTIGMA
SOCIAL
La decisión de ingresar a un familiar en
un centro o residencia de mayores no es fácil ni para el residente ni para su
propia familia, ya que todavía se mantiene la creencia en la sociedad de que lo
que se busca muchas veces con ello es desentenderse del problema. Es
fundamental que los familiares realicen visitas periódicas y mantengan contacto
directo con los cuidadores para conocer cualquier eventualidad que pudiera
afectar al bienestar al residente.
VIVIENDO
DE ALQUILER
Recientemente ha surgido una variable de
vivienda compartida en la que se sustituye la figura del estudiante por la de
uno o varios adultos mayores, de similar generación a la que pertenece el
propietario. Esta es una solución práctica para el caso de personas mayores con
pensiones bajas y/o ingresos precarios que no pueden mantener una casa propia,
y que prefieren cohabitar con otros adultos mayores en lugar de ingresar en una
residencia.
AMBIENTE
PERSONALIZADO
Si el adulto mayor termina por residir en
una residencia o casa ajena, hay que procurar que se sienta lo más integrado
posible. Entre los elementos que habría que individualizar estaría la pintura y
decoración del cuarto a su gusto, mobiliario cómodo ajustado a sus necesidades
de movilidad, espacio para que tenga sus objetos personales, recuerdos y
fotografías a la vista, y que pueda disfrutar de sus aficiones como la lectura,
escuchar música o ver TV.
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