QUERER ES PODER
Buenos días compañer@s:
Para empezar con energía esta nueva semana laboral, os comparto mi último escrito en la revista SPORTS & HEALTH correspondiente a la edición de enero 2014. En esta ocasión el tema sobre el que comento es si el Maratón como evento debe estar al alcance de cualquier atleta, sin importar mucho el tiempo que haga y el modo en que complete la distancia, o se deben poner tiempos de corte y ciertas formalidades buscando que solo algunos "atletas" más exclusivos participen en el mismo.
Podéis leer el artículo online en la web de la revista en este LINK, en las imágenes insertas a continuación, o como texto simple al final de la entrada.
---------------------------------
CORRER
MARATÓN: ¿Al alcance de todos?
Desde
la edición de la revista me solicitaron este mes escribir sobre las
consecuencias de correr un maratón cuando no se es un atleta totalmente
preparado, y de si merece la pena completar el evento en un tiempo más elevado
de lo habitual, como por ejemplo de 6 a 8 horas.
La
verdad que es un tema que hay que desarrollar con especial tacto, porque de por
medio está la determinación, el esfuerzo e ilusión de muchas personas
involucradas, y lamentaría enormemente herir la susceptibilidad de alguien.
MIS ORÍGENES
Al
hablar de este tema no puedo dejar de traer a mi memoria el recuerdo de cómo se
produjo mi debut en maratón allá por el año 1987, cuando todavía vivía en Valladolid.
La historia la tengo detallada en una de las entradas de mi blog, pero para
haceros sencillo el cuento corrí mi primer maratón después de varios años de no
hacer ejercicio, con muchas más libras de lo habitual, y habiendo estado de
fiesta la noche anterior. Esto fue debido a que dos de mis hermanos estaban
inscritos e iban a participar, pero ya en la última semana uno de ellos tuvo un
accidente doméstico que le dejó imposibilitado. Esa mañana, en cuestión de
minutos, me animé a partir con su número con el único objetivo de acompañar a
mi otro hermano durante los kilómetros iniciales para darle una especie de apoyo
moral.
Los
kilómetros fueron pasando uno tras otro, y llegado a un punto del recorrido
abandonar ya no era opción, puesto que estaba en la zona más lejana del
circuito. Así que medio trotando y medio arrastrándome, pasando mucha miseria, conseguí
volver a la ciudad y finalizar la prueba totalmente exhausto. Realmente siendo
sincero no puedo decir que fuera algo que disfrutase en el momento ni los días
siguientes, por cuanto yo no tenía ninguna intención de hacer el maratón, no
estaba mentalizado, y fue algo así como un accidente. Recuerdo que pensé “que locura de prueba,…y que la gente pague
encima por correr esto,...una y no más”. Pero como la mayoría de la gente
quedé enganchado por la distancia. El maratón se había apoderado de mí, y solo
unos meses después ya estaba completando mis segundos 42 kilómetros.
CORRER y CAMINAR
Uno
de los temas que generan más debate y controversia entre los runners es si la
distancia debe completarse en su totalidad corriendo o si alternar tramos
caminando también es “éticamente” aceptable. Los atletas más “puristas”
defienden que en el maratón solo se debe correr, y que cualquier otra forma de
desplazamiento no debe entenderse como “correr un maratón”. Sobre este punto
creo necesario hacer ciertas precisiones.
Personalmente
yo nunca he salido con la intención de caminar en un maratón, siempre pensé en
correr y lo más deprisa posible dentro de las posibilidades. Pero en varias de
las pruebas que he completado llegué a tal grado de fatiga y agotamiento que me
vi obligado a tener que caminar para alcanzar la línea de meta. En la maratón
Ciudad de Panamá del 2012 sin ir más lejos sufrí tal bajón físico y mental que
caminé ya en los últimos kilómetros logrando llegar en 3h05, que sigue siendo
un buen registro. Después de la llegada me sentí contento de haber podido
completar la distancia y no haber tomado el camino más fácil del abandono.
Tengo muy claro que si alguna vez tengo que volver a caminar lo haré, igual que
si me tengo que arrastrar, y a mucha honra. No veo ninguna norma o reglamento
en este tipo de eventos donde se prohíba.
Por
otro lado hay participantes que si salen con un plan programado de hacer lo que
se llama CACO (Caminar-Correr), alternando periodos de una y otra actividad. El
tener esta estrategia ya de salida la mayoría de las veces asegura el éxito
para el corredor, puesto que el cuerpo aprovecha esos periodos de caminata para
rebajar su exigencia, y la aparición de la fatiga, tanto cardio como muscular
se retrasa. Muchas de estas personas que practican CACO tienen asumido que
ciertas limitaciones como la edad, sobrepeso, lesiones, falta de entrenamiento
u otras les van a impedir completar todo el recorrido corriendo. Sabiamente planifican un sistema que les
permite manejar la distancia por tramos, más eficientemente que el correr de
salida hasta un punto de tal agotamiento donde caminar quizás ya sea la única opción hasta el final.
MARATÓN PARA TODOS
Soy
un firme defensor de que el running debe ser para todos, y el maratón como
prueba que desafía los valores máximos de sacrificio, constancia, y esfuerzo de
un corredor de igual modo. Siempre habrá corredores más rápidos y más lentos,
siendo precisamente los corredores no élites los que en volumen representan el
mayor porcentaje en casi todos los eventos. Es muy importante para una carrera
que quiera tener proyección mediática el incluir atletas por ejemplo africanos
que corran en tiempos de 2 horas y sencillo, cerca de los récords de la
distancia. Pero en el fondo esos atletas son como la punta del iceberg, porque
los que soportan una prueba de maratón y le dan su real sentido son los cientos
o miles de corredores anónimos que no luchan por las premiaciones ni los
records, sino sencillamente por demostrarse a sí mismos que son capaces de
cruzar la meta y superar tan arduo reto.
Solo
hay que ver las redes sociales y como desbordan de imágenes y mensajes motivadores
de corredores que completaron alguna de las dos maratones que se celebraron a
nivel local las semanas pasadas. No importa el tiempo y si completaron el
evento en 3, 4, 5, 6, o más horas, porque el entusiasmo de haber sido parte de
la prueba, y el orgullo por ser finalista es algo que todos comparten al 100%.
Creo ellos son el más vivo ejemplo de que el maratón merece la pena.
No
entiendo el interés de algunas organizaciones en estar poniendo límites o
exclusiones. Al contrario, hagamos esfuerzo por sumar más corredores, y que
todos desde el primero al último se sientan ganadores.
Correr
un maratón es realmente una experiencia que toda persona debería experimentar
al menos una vez en la vida.
---------------------------------
¿Y vosotros que pensáis? Agradezco vuestros comentarios.
Fuerte abrazo y nos vemos en la Ruta !
FER
No hay comentarios :
Publicar un comentario