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16 enero 2010

De visita a Barro Colorado


Hoy es uno de esos días que no se por donde empezar. Tengo en mi cabeza cientos de imágenes, datos y sensaciones que escapan por mucho a lo que uno pueda reseñar y escribir en un blog.

La visita a la Isla de Barro Colorado ha sido sin ninguna duda una experiencia impresionante y que desde luego no voy a olvidar.

Quizás para tomar "carrerilla" empezaré por el final, lo que hice después de llegar a casa en Las Cumbres. Ayer os comentaba que hoy quería soltar un poco piernas temprano para después estirar, y luego ir de visita a la Isla. Pero enseguida me di cuenta que no era lo mas idóneo, puesto que en Barro Colorado iba a caminar al menos durante unas 3 horas. Pensé que era mejor dejar el trote para mas tarde cuando volviera a casa. Así que de la ropa de "jungla", me cambié rápido a la de deporte y salí esta tarde a correr muy suave durante 30 minutos en los alrededores del Lago. Después me he metido unos buenos estiramientos, ducha, medias de recuperación, y a esperar mañana ver como me sale la Carrera de Costa del Este de 8 km que inaugura el Ranking 2010 de PANAMA RUNNERS. Estar de nuevo en el top-ten será un éxito, pero ello dependerá mucho de los demás rivales.

Ahora si, hablemos de Barro Colorado. Lo primero es que estoy un poco frustrado porque a pesar de llevar 2 cámaras, las fotos no han salido nada del otro mundo. En absoluto reflejan la majestuosidad del lugar, ni de las especies y fauna que hemos visto. La verdad es que cuando uno está metido ahí en medio de la selva húmeda tropical, con árboles de decenas de metros de altura formando un dosel casi impenetrable para la luz, y escuchando ruidos y sonidos de todo tipo a cual mas sorprendente, sacar una fotografía de un pequeño sector es realmente reducir el todo a la nada. Creo que una visita a Barro Colorado debería ser obligatoria para todos los Panameños, para que entiendan bien el privilegio de contar con hábitats de ese tipo, y ver de primera mano como cientos de turistas y sobre todo científicos de todo el mundo literalmente se "matan" por conseguir visitar la Isla o realizar estudios en la misma.

Nos tocó madrugar para llegar al muelle de Gamboa antes de las 8.00am, hora de partida oficial de la única lancha que hace el recorrido hasta la Isla. Generalmente en Panamá los horarios son muy relajados, y cuando pone 8.00am pues significa que a partir de esa hora ponte a esperar. Por ello lo primero que me sorprendió es la puntualidad "suiza" de las operaciones del Smithsonian Institute. Dentro de la lancha había visible un reloj digital y al cumplirse las 8.00am con 1 segundo, la lancha comenzó a moverse. INCREIBLE ! ! ! Los Americanos serán en otros muchos aspectos criticables, pero en organización y protocolos de funcionamiento son unos máquinas. En lo personal me encanta ese sistema de puntualidad. No entiendo porqué en Panamá se tiene por costumbre y además está socialmente bien visto llegar tarde a las citas y reuniones. Igual pasa con las pruebas deportivas, donde lo habitual es que haya de 15 a 30 minutos de retraso en dar la salida.

La lancha era bastante grande e íbamos tanto trabajadores del propio Smithsonian como varios grupos de turistas. Resultaba bastante fácil distinguir quienes pertenecían a cada categoría. Mientras los trabajadores iban en su mayoría medio dormidos o charlando entre ellos, los turistas íbamos cámara en mano y mirando asombrados por todas las ventanillas. El viaje por en medio del Canal de Panamá cruzando el Lago Gatún toma unos 30 minutos, tras lo cual se llega al embarcadero de la Isla. A los visitantes nos repartieron en varios grupos cada uno con un guía, dependiendo del origen e idioma. Nosotros preferimos ir en el grupo Panameño para entender mejor las explicaciones. Solo éramos 8 personas por lo que fue una visita casi privada. En todo momento podíamos conversar con el guía que era un biólogo especializado en hormigas. Tras una pequeña presentación audiovisual en el Centro de Visitantes comenzamos la caminata, no sin antes amarrarnos bien los pantalones con tape a la altura de los calcetines para evitar el acceso de garrapatas y otros insectos, y ponernos el respectivo repelente.

Fuimos por unos caminos ya delimitados con un perfil bastante quebrado, subiendo y bajando. Cada poco tiempo íbamos haciendo paradas para ver algún animal o especie vegetal. La verdad es que por todos los sitios hay vida a montones. No se dan cinco pasos y si te fijas ves algo que se mueve o es de interés. La Isla es bastante grande ya que tiene un perímetro como de 40 kilómetros. Es un hábitat natural detenido en el tiempo desde los comienzos de siglo cuando se formó la Isla al represarse el Lago Gatún. Simplemente se fue llenando de agua el vaso y las elevaciones mas altas quedaron aisladas por el agua.

Lo que hace importante a la Isla de Barro Colorado es que desde que se formó como tal, se convirtió en un centro de estudios científicos sobre fauna y vegetación tropical. Es de los pocos sitios en el mundo en el que por 80 años se han venido realizando investigaciones de manera permanente, adicional a que no ha sufrido intervenciones por parte del ser humano. Se ha dejado a la naturaleza que evolucionase sin intentar forzar o provocar ningún cambio. Durante la visita son muy numerosos los instrumentos que se ven colocados en árboles u otras especies, los cuales son instalados por científicos para realizar diversos estudios. Pudimos conocer de primer mano el trabajo de algunos de estos especialistas que luego editan sus estudios en reportajes por ejemplo del Canal National Geographic en TV. Así en cierto área nos encontramos con una investigadora Americana que estaba poniendo collares localizadores a osos hormigueros para luego rastrearlos por medio de antenas de telemetría. A mi pregunta de cuantos especímenes tenía registrados me contestó que la población oscila entre 40 y 80 animales.

Entre las especies de fauna que vimos nos llamó la atención un escorpión negro y chiquito, pero que según nos comentaron es el mas venenoso y peligroso de todos. Tuvimos la suerte según nos dijeron de encontrar un Gecko gigante arborícola, el cual es muy dificil de ver pero estaba tan tranquilo en una pared de los pabellones de dormitorios. Vimos también a varios monos aulladores colgados muy por encima de nuestras cabezas. Estos monos de los cuales hay como unos 500 en la isla viviendo en comunidades de unos 20 individuos, hacen unos gritos espeluznantes. Es el mamífero con el grito mas potente en el mundo y todo debido a un pequeño hueso que tienen cerca de la garganta. A pesar de su aspecto amenazante no son agresivos. También vimos un ñeque, muchos insectos como insectos-palo, grillos, escarabajos, mantis religiosas, hormigas de todo tipo y color incluso venenosas, mariposas, aves, decenas de murciélagos, y hasta un cocodrilo.

Entre la vegetación, es realmente increible todas las especies de árboles y arbustos que hay. Basta un solo dato: en la Isla de Barro Colorado se han inventariado mas especies de árboles que en toda Europa junta, ahí es nada ! ! ! Entre ellos destacan algunos de enorme ancho y altura, de la familia de los barrigones. Especialmente llamativos son los Ceibos, Espavés y Panamás. El recorrido por la Isla fue de sorpresa en sorpresa. Cuando creímos ver un arbol enorme de ancho y super alto, el guía nos dijo, esto no es nada, ya verán mas adelante. Al rato vimos otro que era como 5 veces mas grande, waoooooo, caras de sorpresa e incredulidad. Y entonces llega el guía y nos dice,..."ven el ancho de este arbol, pues el que vamos a ver de último tiene ramas que son iguales de anchas que este tronco". Yo pensé que simplemente estaba exagerando, pero cuando llegamos al longevo Ceibo (aka Big Tree), con mas de 500 años nos quedamos sin habla. Parecía una mutación de la naturaleza, como si el Dios creador hubiera pensado, "bueno, ahora voy hacer un árbol pero a lo bestia, se van a enterar". Intentamos sacar fotos pero por mucho que retrocedíamos los objetivos no abarcaban la circunferencia completa. Es una lástima realmente que las fotografías no sirvan para reflejar mejor la majestuosidad de estos impresionantes especímenes.

La llegada al Big Tree fue el punto de retorno de nuestra gira, y de allí hasta volver de nuevo a las instalaciones del Smithsonian tuvimos que apurar el paso porque la hora del almuerzo se acercaba, y ya estando avisados de la puntualidad de los amigos del Norte no era cuestión de broma el que si nos demorábamos nos quedaríamos sin meter "combustible" a nuestros cansados cuerpos.

Después del buffet nos dio tiempo para otra pequeña presentación de vídeo referida al propio Simthsonian y otros datos de interés sobre su función y objetivos. A las 2h30pm dimos por terminada la visita abordando de nuevo la lancha, pero no dijimos adiós sino un hasta luego porque de seguro volveremos en otra ocasión. Realmente lo que vimos durante las 3 horas debió de ser menos de un 1% de las especies que habitan la Isla.

Agradecer por último a todos los miembros del Smithsonian y especialmente a mi amiga y corredora de ultrafondo Margaret Von Saenger por su amabilidad, ya que es la encargada precisamente de la logística y programación de las visitas a la Isla.

Para mas información sobre Barro Colorado, las visitas a la misma, y toda la biodiversidad que allí podréis encontrar, os adjunto el link del Smithsonian Tropical Research Institute.

Os comparto a continuación algunas fotos de las que tomé.

Saludos,

FER

La lancha en la que fuimos anclada en el muelle de la Isla

Parte de los laboratorios del STRI en la Isla de Barro Colorado

Vestido de expedicionario en medio de la selva tropical


Mi hijo Diego con el Lago Gatún al fondo


Biodiversidad en la Isla Barro Colorado, no hay mucho mas que añadir, (100 especies de cucarachas, 200 de hormigas, y 1000 de chinches) ! ! !


Siguiendo las explicaciones del Guía


El Gecko Gigante (solo 1 de cada 50 grupos logran verlo)


El escorpión negro, del tamaño solo de la yema de un huevo pero super venenoso


En medio de la nada Antenas de Telemetría para seguir
los emisores instalados en algunos mamíferos


El Big Tree, realmente enorme y altísimo


Terminada la visita y listos para tomar la lancha de regreso

6 comentarios :

  1. Espero que tu hijo disfrutase. Días como estos no se olvidan. Suerte en la carrera

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  2. Espectacular los parajes que as podido disfrutar, un hermano que se dedica a la grabación de documentales se quedo impresionado de la fauna que hay en esa isla.
    Slds

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  3. Las fotos no estan tan mal...que bien te lo has montado, sabes disfrutar de la vida muy bien con la familia y tu running, muy bien FER, da gusto verlo !
    Estuve a punto de ir a trabajar a Panama City y aun puede suceder, es un lugar que me encantaria vivir unos años, tengo un amigo ahi y solo me cuenta cosas divertidas.En fin , si toca la ruleta de la vida ahi estare...sino te ire a visitar algun año...hehe!

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  4. Vaya reportaje Fer. Por cómo lo cuentas se ve que lo has pasado en grande. Seguro que tu hijo lo ha disfrutado también.
    Me ha resultado curioso leer varias referencias a la Smithsonian. Acabo de leer el libro de Dan Brown "El Símbolo Perdido" y también hace múltiples referencias a dicha asociación mencionando a los masones.

    Suerte en la carrera.
    Tu amigo gallego desde Catalunya, Oscar.

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  5. Me imagino la cara de tu hijo... Que bonita experiencia.

    Un abrazo

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  6. Hola Fer
    Hace tiempo que no escribo pero te sigo a diario.
    Que buena pinta tiene la isla de barro colorado.me he quedado con la boca abierta con todos los bichos que hay en la isla.pero el que mas miedo me ha dado es el que tenias pegado en la camiseta justo debajo de donde pone ilarduya.
    Saludos desde tafalla.
    Pericueta.

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