Buen lunes amig@s,
Una de las motivaciones más frecuente de los corredores es la de ir mejorando de manera progresiva los tiempos en las diferentes distancias en las que compiten. Ciertamente con un buen entrenamiento y sin descuidar otros factores clave como la alimentación y el descanso se pueden ir superando etapas de manera paulatina, pero como es obvio, llegará un momento en que cada vez será más complicado mejorar el desempeño personal.
Os adjunto sobre este tema el artículo que he publicado este mes de julio en la revista SPORTS & HEALTH, con la intención de que os sirva de guía a la hora de analizar vuestro progreso deportivo.
Si estáis interesados podéis ver el artículo en línea en el propio web de la revista mediante este ENLACE; también tenéis la opción de consultarlo en las imágenes que inserto a continuación, y en su defecto, en modo de texto sencillo al final de la entrada.
Saludos y nos vemos en la Ruta!!!
FER
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¿CÓMO MEJORO MIS TIEMPOS?
Por Fernando Revuelta
Una de las principales consultas que
me hacen llegar los corredores, personalmente o a través de las redes sociales,
es sobre qué deben hacer o cambiar para mejorar sus tiempos en una determinada
distancia.
Respecto de los corredores recreativos,
aquellas personas que cada vez con mayor regularidad van incorporando el running a sus rutinas de ejercicio, es
frecuente que después de algunos meses de prácticas se interesen por competir
en eventos, eligiendo como es lógico de inicio aquellos de menor distancia para
luego ir aumentando en kilometraje. Por lo general los progresos en los
corredores noveles se comienzan a ver enseguida, ya que el corredor experimenta
rápidas mejoras tanto en la distancia que es capaz de recorrer, así como en el
tiempo que emplea en completar la misma. Esto tiene su explicación en que cuando
una persona es sedentaria usualmente tendrá exceso de peso, al mismo tiempo que
sus condiciones cardiovasculares y musculares no serán las más adecuadas. Al
comenzar a realizar ejercicio de manera regular, aunque se mantenga la misma
ingesta de calorías, se producirá una bajada en el peso, mejora de las
condiciones cardiacas y pulmonares, así como una tonificación de los diferentes
grupos musculares involucrados. Los efectos serán todavía más visibles si en
ese proceso la persona abandona algunos hábitos nocivos como el tabaco, una
mala alimentación o dormir menos de lo necesario.
Completando sesiones de carrera tres o
cuatro veces por semana un deportista experimentará un progreso que lo llevará
en su primer año a ser capaz de correr distancias entre tres y cuatro veces
superiores a aquella en la que se inició, pudiendo rebajar sus tiempos en
promedio de un 15% a un 25%. Hay que hacer énfasis en que el deseo de
superación no debe ser considerado como algo malo o narcisista, sino como un
elemento intrínseco a la naturaleza humana, ya que los corredores en una gran
mayoría buscan mejorar sus tiempos de manera progresiva para reafirmar que sus
rutinas de entrenamiento están siendo las correctas.
La curva de progreso citada con el
paso de los años tenderá paulatinamente a perder inclinación hasta llegar a un
punto en el que mejorar, sobre todo en los tiempos de carrera, se convertirá
cada vez en algo más complicado. Es ahí donde puede surgir la desesperación y
el desánimo del corredor, por pensar que ha tocado techo y está ante un muro
que no será capaz de derribar.
ANALIZAR
LAS CAUSAS
En la mayoría de los casos la
situación de “falta de mejora” del
corredor será reversible realizando pequeños cambios en sus rutinas de vida y
hábitos de entrenamiento. El primer paso del proceso sería analizar lo que se
está haciendo, y detectar que elementos están funcionando, y por el contrario
cuáles no.
Respecto de la edad, debemos ser
conscientes de que aunque los años suponen un grado de experiencia, a partir de
un determinado momento serán un lastre y jugarán en nuestra contra. El paso del
tiempo no perdona en los corredores, afectando sobre todo a la pérdida de
velocidad en distancias cortas, un mayor número de lesiones, y la necesidad de
tener mayores periodos de recuperación después de un esfuerzo intenso.
Albert Einstein solía afirmar que “no esperes resultados distintos si siempre
haces lo mismo”. Podemos aplicar su pensamiento al running, y es que con frecuencia nuestro cuerpo se acomoda a las
mismas distancias y ritmos, y fuera de ellos no es capaz de rendir como
deseamos. Si todos los días practicamos la misma rutina en tiempo y ritmo,
difícilmente nuestro organismo podrá adaptarse a exigencias mayores. Si estás
en ese caso, es el momento de, sin tener que entrenar mayores distancias y
tiempo, hacerlo de una manera más eficiente y programada para que al momento de
la competencia seas capaz de mejorar. Incluye en tus sesiones de entrenamiento juegos
de velocidad, ejercicios de fuerza y potencia en cuestas, carreras progresivas
y trabaja tu técnica de carrera.
PLANIFICAR
EL ENTRENAMIENTO
Para rendir al máximo nivel debes
planificar el entrenamiento con el objetivo de llegar al día de la competencia
en plena forma, pero también descansado. Los ciclos de entrenamiento para
corredores generalmente se diseñan en base a cuatro fases: el entrenamiento en
sí mismo; la asimilación; la competición; y la recuperación. No es racional el
querer tener una mejora a través de los entrenamientos y competencias de forma
lineal y ascendente, sino que la progresión debe asemejarse más a lo que podría
ser un diente de sierra con una ligera inclinación ascendente. Esto supone que
los periodos de entrenamiento intenso deben coincidir con semanas en las que no
haya prevista una competencia, mientras que durante la semana anterior a un
evento el volumen de kilómetros será menor. Competir en exceso es otro de los errores
más comunes que cometemos habitualmente los corredores, y que a la larga puede
frenar nuestro progreso.
Si bien los sistemas de entrenamiento
pueden llegar a ser muy complejos, casi todos mantienen una estructura similar,
basada en la combinación de distancias y velocidades. Si un corredor desea
mejorar sus tiempos en las diferentes distancias deberá diversificar sus
entrenamientos alternando sesiones de fondo a ritmos más cómodos, con otras en
las que incluya series o intervalos sobre distancias más cortas pero a ritmos
más exigentes. El cuerpo humano es una máquina con una gran capacidad de
adaptación a los diferentes esfuerzos y condiciones a los que le sometemos, por
lo que muy difícilmente podremos esperar de él resultados satisfactorios si
previamente no ha habido un entrenamiento específico. Hay una frase de gran
aceptación entre los corredores que afirma que “se compite como se entrena”.
Por ello debemos sacar gradualmente a nuestro cuerpo de la zona de confort.
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