Buen miércoles amig@s,
Durante estas últimas semanas dispongo de muy poco tiempo libre con todo el tema de la organización de la Santas Race, pero no quiero dejar de compartiros el último artículo que he publicado en LA ESTRELLA DE PANAMÁ con relación a los enemigos del corredor. Si estáis interesados podéis consultarlo en línea en el WEB del periódico, en la imagen inserta a continuación, o como texto sencillo al final de la entrada.
Saludos y nos vemos en la Ruta!
FER
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LOS PEORES ENEMIGOS DEL CORREDOR
Circunstancias
relacionadas con el clima, equipación, rutinas de entrenamiento y situaciones
análogas, pueden transformar nuestra habitual afición por correr en una
pesadilla. Saber cómo reconocerlas y afrontarlas será decisivo para que sigas
disfrutando del running por muchos
años.
TRÁFICO VEHICULAR
Los corredores
constituimos el eslabón más débil de la cadena de usuarios de las vías de circulación.
Nuestro único chasis y defensa lo constituye el propio cuerpo, protección muy
frágil ante la acometida de un vehículo a motor e inclusive contra el choque
con una bicicleta. Los corredores nunca debemos confiarnos en la pericia o
amabilidad de los conductores de los vehículos con los que nos crucemos, sino
pensar siempre en que van a actuar del modo menos favorable a nuestros
intereses. Cuando los corredores compartamos las vías públicas deberemos ir por
aceras y arcenes de estar disponibles, así como cruzar las calles y carreteras
por los sitios previstos para ello o donde haya buena visibilidad, sin obstruir
el tráfico. En muchas ocasiones los corredores nos vemos obligados a ir por la
propia calzada, y entonces el peligro se torna mayor, sobre todo en momentos de
poca visibilidad. Muchos de los atropellos que se producen en nuestro país a
corredores se dan por incumplir éstos la norma básica al transitar en
carretera: ir en el carril contrario al de la circulación y lo más pegado al
borde de la calzada. De este modo no solo veremos a los carros y otros
vehículos que se aproximen de frente, sino que permitiremos que ellos nos vean.
PERROS SUELTOS
Casi todos los que
con regularidad corremos en parques y calles del país tenemos en nuestra
memoria algunos episodios referidos a encuentros con perros, la mayoría de los
cuales no pasan de ser situaciones desagradables en las que por unos momentos
sentimos desde una simple molestia, a miedo por nuestra integridad física, pero
que en casos puntuales pueden incluso acabar en ataques con lesiones. Al igual
que pasa con las personas no hay dos perros iguales, pero por lo general los
callejeros estarán más pendientes de no ser atropellados, de buscar algo de
alimento que llevarse a la boca y de olfatear a una hembra en celo, que de si
pasa un corredor en sus cercanías. En cambio los perros de vigilancia,
acostumbrados a estar recluidos y frustrados sin poder hacer otra cosa que
ladrar a toda persona, animal o cosa que pasa por las cercanías, cuando se
sienten en libertad y ante la presencia de un corredor, con bastante
probabilidad responderán de forma agresiva. Ante todo debemos mantener la calma
y no entrar en pánico, ya que los perros sienten el miedo en las personas.
Dependiendo de la actitud del perro o manada, convendrá desde reducir algo
nuestra velocidad, hasta ponernos a caminar e inclusive detenernos totalmente
en casos de un ataque inminente. Lo peor que podemos hacer ante un perro
agresivo es salir corriendo, ya que los perros son más rápidos que nosotros y
nos darán alcance en una posición desequilibrada sin posibilidad de defensa.
AUSENCIA DE LUZ
Por imposibilidad
material de correr a otras horas del día, o por elección personal, cada vez un
mayor número de personas opta por ejercitarse durante la noche. Lamentablemente
en muchas de las rutas por las que los corredores nos ejercitamos en horas
nocturnas no siempre existe una adecuada iluminación que nos permita correr con
unos estándares mínimos de seguridad, por lo que necesitaremos de algún
dispositivo que nos ayude a mejorar nuestra visión del terreno y de los
elementos naturales o artificiales con los que podamos impactar. El sistema más
utilizado por los corredores es el de la lámpara de cabeza alimentada por
baterías y que se mantiene iluminando el terreno por el que vamos a transitar
sin gran oscilación gracias a las correas elásticas que se ajustan al contorno
de la cabeza. También hay algunas gorras que incorporan en la visera luces tipo
led de bajo consumo. Otras opciones más habituales, pero menos eficientes, serían
una sencilla linterna de mano e inclusive un celular con la aplicación de
iluminación encendida. Cuando se corre de noche es muy importante ver, pero
también ser vistos. Por ello las marcas deportivas incorporan en sus uniformes
y colecciones de calzado diferentes elementos que brillan intensamente cuando
son alumbrados por luces de vehículos.
LESIONES DEPORTIVAS
Hay lesiones que se
repiten con mucha frecuencia sobre todo en corredores de fondo. Comenzando
desde la zona de la cintura, nos encontramos con el síndrome del piramidal o
pseudociática, la cual es muy incapacitante y dolorosa. La rodilla para un
corredor es una de las zonas de mayores problemas, por la gran cantidad de
tendones y ligamentos involucrados, siendo el síndrome de la banda iliotibial
una de las lesiones de peor pronóstico y larga evolución. Gemelos y sóleos
están sometidos también a mucha presión y las roturas de sus fibras son comunes.
En la parte contraria a estos grupos musculares, la periostitis afecta a la
membrana que rodea la tibia, con inflamación muy dolorosa y limitante. Ya en el
pie, la tendinitis de aquiles es la reina de las lesiones sobre todo en
maratonistas. Por último, la fascitis plantar es quizás la lesión más de moda
actualmente entre los runners, con
fuertes molestias en el arco del pie sobre todo después de haber estado en
reposo. Muchas de las lesiones que sufren los corredores se podrían evitar si
incorporamos a nuestros entrenamientos rutinas preventivas, que comienzan desde
el momento de usar un calzado adecuado a nuestro tipo de pisada, peso corporal
y terreno en el que vayamos a practicar. También es muy importante un buen
calentamiento de los diferentes grupos musculares y rotaciones de las
articulaciones antes de correr. Y en tercer lugar, una buena alimentación y
descanso para que nuestro cuerpo se recupere bien entre sesiones.
LA LLUVIA
No debemos ver a la
lluvia necesariamente como una molestia que impide o dificulta la realización
de nuestro ejercicio al aire libre, sino más bien como otro elemento más del
ambiente que nos rodea y que debemos saber manejar para que juegue a nuestro
favor cuando sea posible. Ante un clima lluvioso es más seguro correr por rutas
conocidas que tengan una superficie plana y estable, ya que los charcos de agua
pueden ocultar imperfecciones y agujeros en el pavimento. En cuanto a la
vestimenta que vamos a seleccionar, son preferibles tejidos sintéticos frente a
los usuales de algodón, ya que estos últimos en presencia de lluvia tienden a
acumular mucho líquido. Esto no solo afecta al peso de la propia prenda, sino
también a la comodidad del usuario, ya que puede originar la aparición de
molestas rozaduras e incluso ampollas. Para la protección de nuestra cabeza y
facilitar la visión, una visera nos será muy útil, pues no hay nada más molesto
que las gotas de lluvia nos obliguen a tener que llevar los ojos en un continuo
guiño cuando corremos. Para los casos en que la lluvia sea especialmente
fuerte, un impermeable plástico con capucha puede salvarnos de acabar literalmente
empapados, aunque la transpiración se verá afectada y de todos modos
acumularemos humedad. En caso de tormenta eléctrica el refugiarse debajo de
árboles u otras estructuras que puedan semejar un pararrayos es una pésima idea
pues casi todos los accidentes suceden de este modo.
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