Buen viernes amig@s,
Acaba la semana y os comparto el artículo que acabo de publicar en la edición del mes de mayo de la revista SPORTS & HEALTH, dedicado a la costumbre por escuchar música mientras se corre.
Podéis consultar el artículo en el siguiente ENLACE de la revista, en las imágenes insertas a continuación, o como texto simple al final de la entrada.
Fuerte abrazo y nos vemos en la Ruta!
FER
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MÚSICA PARA CORREDORES
Por Fernando
Revuelta
Correr con música o correr
sin música, es uno de los debates más populares que llenan las redes y los
foros de corredores en la actualidad. Algunos runners no conciben salir a practicar sin su dispositivo digital
cargado con sus canciones favoritas, ya que les resulta casi tan indispensable
como el uniforme y las zapatillas de correr. Para otros en cambio es
fundamental poder escuchar a su cuerpo, el contacto de las zancadas con el piso
y el ritmo de la respiración, para de este modo mantenerse concentrados en el
ejercicio que están haciendo. Los pocos estudios que se han realizado sobre el
tema no han arrojado conclusiones definitivas, por lo que cada corredor es finalmente
el que decide que opción escoger.
BENEFICIOS
Los runners aficionados a correr con música argumentan que el escuchar
sus temas favoritos mientras se ejercitan les ayuda a que sus rutinas sean más
llevaderas, ya que se mantienen entretenidos mientras completan kilómetros con
mayor facilidad. Al tener la mente puesta en las canciones que suenan en sus
dispositivos consiguen abstraerse del entorno y se olvidan de la sensación de
fatiga mientras redoblan sus zancadas siguiendo los ritmos de la música. Ello
sería especialmente efectivo para aquellas sesiones y rodajes de fondo más
largos, en los que el corredor pueda sentirse aburrido de ejercitarse en
solitario.
PRECAUCIONES
Si pertenecemos al grupo de
corredores a los que les gusta realizar sus rutinas con los auriculares puestos
escuchando música, es muy recomendable tener en consideración ciertas
precauciones. Respecto del volumen, nuestro sistema auditivo es muy sensible, y
si se le somete de manera reiterada a volúmenes altos, podemos causarle daños
con carácter permanente. Nuestros oídos tienen una capacidad adaptativa, por lo
que pasado un tiempo la sensación que tendremos será que a una misma intensidad
de volumen, percibiremos la música como más baja. Ello puede dar lugar a un
círculo vicioso, donde cada cierto tiempo sintamos la necesidad de subir más y
más el volumen de nuestro dispositivo.
Por ello es muy importante
encender nuestro equipo y poner de inicio los controles de volumen al mínimo, e
ir incrementándolos de manera progresiva hasta que podamos escuchar la música a
un volumen adecuado sin distorsión. En cualquier caso el volumen de nuestro
dispositivo nos debe permitir escuchar con claridad ruidos del entorno como el
motor de un vehículo acercándose o el grito de advertencia de una persona que
se encuentre en los alrededores.
Ejercitarse con auriculares
oyendo música está contraindicado en áreas urbanas donde haya que convivir con
el tráfico, corriendo por aceras y cruzando vías. Cuando limitamos la
funcionalidad de uno de nuestros principales sentidos como es el auditivo, las
posibilidades de sufrir un accidente se incrementan exponencialmente.
De igual modo en las horas
nocturnas en las que nuestra vista está restringida, no es tampoco recomendable
el escuchar música mientras se corre. En esas circunstancias nuestro campo de
visión puede quedar muy limitado a objetos que están solo a algunos metros, y
disponer de nuestro oído a su plena funcionalidad nos va a servir para anticipar
posibles peligros como un animal que venga corriendo hacia nosotros.
PLAYLIST
Cada corredor tiene gustos
musicales diferentes, por lo que lo habitual es que cada uno personalice su
lista de reproducción con aquellos temas que le son más atractivos a la hora de
hacer ejercicio. Obviamente no es igual elegir una música para relajarnos o
leer un buen libro, que un playlist
para realizar ejercicio. Los temas musicales que usualmente se escuchan por los
corredores están compuestos en su mayoría por compases 4x4, y se corresponden
con el género tecno, dance y música electrónica, aunque también son frecuentes
los clásicos de pop y rock.
Los corredores por lo
general prefieren escuchar temas con bastante parte instrumental o en idioma
extranjero, frente a aquellos en las que prevalece la letra, aunque incluso los
más osados llegan a acompañar en voz alta al cantante como si se tratase de un
karaoke improvisado. Adicional a las numerosas listas de reproducción para
correr que están disponibles para descarga en internet, existen aplicaciones
específicas para running que
seleccionan el orden de los temas que van siendo reproducidos según sea el
ritmo que imprime el corredor a sus zancadas.
La cadencia se define como
la cantidad de zancadas por minuto que da una persona cuando corre, siendo la
cantidad óptima de unas 180. Por su parte el número de beats (bpm) de una canción, señala el número de pulsaciones por
minuto que contiene la misma. Los temas musicales tienen un número de
pulsaciones que varía dependiendo del género entre 90 a 160 bpm, y en lo
posible deberíamos intentar ajustar la cadencia de nuestras zancadas, a las
pulsaciones de la música que escuchemos.
SIN
MÚSICA
Hay runners en cambio que no gustan de escuchar música mientras corren
porque para ellos supone una distracción que afecta a la percepción de
velocidad, adicional al peligro de sufrir un accidente por no anticipar la
presencia de vehículos. Así mismo en rutas con piso irregular, como caminos y
sendas de montaña, hay que ir muy concentrado con los cinco sentidos en alerta
para evitar posibles caídas y lesiones, por lo que no resulta adecuado escuchar
música. Los detractores de este tipo de sistemas de audio afirman también que
debido a la alta humedad existente en Panamá, la mayoría de los dispositivos
tienen una vida útil demasiado corta, y terminan por dañarse a los pocos meses.
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