Buen día compañer@s:
En mi artículo este mes de la revista SPORTS & HEALTH, edición octubre 2014, traigo a la memoria mis primeras impresiones sobre el running en Panamá cuando llegué acá a vivir a comienzos de 1999, y como he ido viendo su evolución en cuanto al número y características de los aficionados.
Mi conclusión final es que el running a nivel local ya es mayormente recreativo, y precisamente esa propiedad es la que ha propiciado que los medios de comunicación y el mundo empresarial hayan puesto sus ojos e interés en el mismo, convirtiéndose en un tema de actualidad y de conversación.
Podéis consultar el artículo en la propia web de la revista en este LINK, en las imágenes insertas a continuación, o como texto simple al final de la entrada.
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RUNNING
RECREATIVO
De los recuerdos iniciales que tengo
al llegar a Panamá allá por 1999, es acudir por primera vez a una competencia
del ranking del Club de Corredores del Istmo, los 12 km de Cerro Viento.
Acostumbrado a los eventos atléticos masivos en los que participaba en mi natal
España, con cientos o miles de corredores presentes, me sorprendió fuertemente que
aquella mañana solo hubiéramos 37 participantes en la línea de salida, casi
como si se tratara de una pequeña reunión de amigos. Destacar como curiosidad que
casi todos ellos eran varones, y en su gran mayoría se trataba de corredores
habituales y en buena forma, cerca de lo que consideraríamos un nivel élite.
Esta situación en cuanto al escaso
número de participantes y distribución por sexo se mantuvo en Panamá sin
grandes cambios por toda una década, hasta que en el año 2009 incursionó Panama
Runners con Elmer Ortiz a la cabeza como nuevo organizador de pruebas. De una
vez surgió entre Corredores del Istmo y Panama Runners una dura rivalidad, no
digamos sana porque no lo fue –ni lo es-, pero de la que salieron ganando
finalmente los corredores locales. Con estos dos clubes en el panorama, y
algunos otros organizadores que se fueron sumando, el número de eventos se
multiplicó enormemente, llegando a cubrirse casi todos los fines de semana con
carreras, incluso dos y tres. También la logística y mercadeo de los eventos se
volvió mucho más profesional, tomando como ejemplo pruebas de las que se
celebraban en países de nuestro entorno. El running comenzó a ser bien visto,
no como una modalidad deportiva para gente mayormente humilde, sino como un
ejercicio asequible para una gran cantidad de personas que veían en él una
manera sencilla para bajar de peso, tener mejor apariencia física, optimizar su
estado de salud, o servir de complemento base para otras modalidades.
En cuanto a los participantes, y por
influencia fundamental de los medios de comunicación social y los
patrocinadores que se fijaron en el running como un escaparate válido e
interesante para promocionar sus productos y contenidos, se disparó el volumen
de practicantes, siendo el Circuito Asics el más claro exponente de este
cambio. Una prueba ya no se consideraba un éxito de participación si lograba
reunir a varios cientos de personas, sino que se empezó a hablar de miles.
Fundamental incidencia en este incremento de corredores tuvo la incorporación
masiva del sexo femenino al running nacional. De constituir solamente entre un
10 a 15% de la población total de corredores, en solo unos años pasó a ser
mayoritaria en los eventos de distancia corta, superando al sector de los
varones. Bien es cierto que en las distancias más largas como media maratón y
maratón todavía no se ha logrado esa ansiada paridad, pero definitivamente el
peso específico de las mujeres en el running local se aprecia tanto en los
eventos de fin de semana como en cualquier entrenamiento que uno haga en Parque
Omar, Amador o cualquier otra área análoga.
CORRER
POR PLACER
Analizando los tiempos y registros que
se obtenían décadas atrás, es fácilmente constatable que el nivel competitivo
de aquellos años, a pesar del escaso número de corredores, era mucho más alto del
que se produce en la actualidad. De hecho muchos de los récords nacionales de
ruta y fondo vigentes a la fecha fueron instaurados hace dos o más décadas, sin
que nadie haya podido por el momento si quiera ponerlos en entredicho. Habiendo
en el tiempo presente un mayor número de corredores, mejores incentivos económicos,
fuertes patrocinios, acceso a entrenadores calificados, instalaciones
adecuadas, y avances en tecnología en cuanto al calzado y equipamiento, en
principio por lógica esto no debería ser así. Pero pasan los años y no se
vislumbra una generación de atletas que lleguen al nivel que se tenía décadas
atrás. Si van poco a poco surgiendo algunos jóvenes prospectos, pero todavía es
muy pronto para saber si al alcanzar su mejor edad van a ser capaces de estar
en un nivel competitivo internacional.
Por el contrario, el running se ha
convertido masivamente en una actividad recreativa, a la que se han enganchado
muchas personas que no calificarían dentro de unos estándares estrictos de
atletas. Hay que mencionar que a pesar de que esta masa de corredores no tenga
mayormente objetivos competitivos absolutos, si los tienen en el plano
personal, y se esfuerzan y mucho por mejorar de manera progresiva sus registros
personales, o poder cubrir eventos cada vez de mayor distancia. Practicar
atletismo de fondo en Panamá resulta ciertamente complejo por el alto grado de
temperatura y humedad que afecta a gran parte de la geografía nacional, por lo
que si cabe tiene más mérito el esfuerzo que estos corredores recreativos
dedican a su afición. He podido en los últimos meses, sobre todo desde que me
incorporé al grupo G-e-o-r-g-E, compartir con muchas de estas personas, y
realmente me ha inspirado ver como son capaces de seguir entrenamientos y
rutinas que a corredores más experimentados nos costaría completar.
Definitivamente la fuerza de voluntad, la capacidad de sacrificio, y el deseo
de superación, son valores que los corredores recreativos representan a la
perfección, sirviendo a menudo de modelos y ejemplos a seguir para los atletas
más habituales.
Y es que si analizamos en definitiva
de que se trata el correr, es algo tan sencillo como cubrir una determinada
distancia a una velocidad más elevada de la que usamos al caminar. La distancia
es la misma para todos, el esfuerzo es idéntico, todos somos corredores,
independientemente del tiempo que nos lleve a cada uno cumplimentar nuestro
trayecto. Siempre he sido un firme defensor del corredor recreativo, porque ellos
son la esencia del running, y creo que el que hoy en día los atletas seamos más
respetados y valorados por el conjunto de la sociedad se debe a su
proliferación. Ciertamente resulta cada vez más extraño que en cualquier grupo
o círculo en los que nos movamos, no acabemos conociendo a algún runner
practicante, o que tenga familiares o amigos que lo sean.
Sin quitar importancia a la necesidad
de que Panamá cuente con atletas y maratonistas de alto nivel, que puedan
defender los colores patrios en competencias y justas internacionales como
Campeonatos mundiales y Olimpiadas, hay que seguir cuidando, más bien mimando
diría yo, al corredor recreativo, porque el encarna como ningún otro ese
espíritu runner que todos los corredores llevamos dentro.
¡Que viva el Running!
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Saludos y nos vemos en la Ruta !
FER
Maximizar la práctica aeróbical del running es garantizar una sociedad más saludable y menos dependente del aparejo de salud pública, a veces, bien comprometido...
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