Hola amig@s,
Se me acumulan las entradas, así que os comparto mi último artículo publicado en el día de ayer en LA ESTRELLA DE PANAMÁ. El tema en esta oportunidad es un análisis sobre los diferentes horarios que tenemos para realizar nuestras rutinas de carrera, cada uno con sus ventajas e inconvenientes.
Si estáis interesados podéis consultarlo en el web del periódico en este LINK, ver la página completa en la imagen inserta a continuación, o leer el texto íntegro en modo sencillo al final de la entrada.
FER
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¿QUÉ HORA DEL DÍA ES MEJOR PARA CORRER?
El día
tiene 24 horas y deberíamos ser capaces de sacar siempre algo de tiempo para la
práctica de ejercicio físico. Pero, ¿en qué momento del día es mejor
ejercitarse?
Antes de
entrar a analizar las ventajas e inconvenientes que podemos encontrar en los
diferentes momentos del día para realizar nuestra rutina deportiva, es
importante conocer elementos clave del funcionamiento de nuestro organismo como
los ritmos circadianos. Estos ritmos son en realidad nuestro reloj biológico, y
regulan las funciones fisiológicas del organismo en un ciclo que se repite cada
24 horas. Dentro de estos ritmos, son básicos los dos periodos de vigilia
(mientras estamos despiertos), y de sueño (mientras estamos dormidos). La
presencia o ausencia de luz, tanto solar como artificial, provoca reacciones en
nuestro cerebro, por lo que en periodos de sueño el organismo disminuye su
actividad entrando en un estado de funcionamiento mínimo del sistema. Durante
esa fase se produce un descenso de la temperatura corporal hasta
aproximadamente 35º y se reduce así mismo la presión sanguínea.
EN LA MADRUGADA
Semanas
atrás realicé una encuesta en las redes sociales entre mis amistades y
conocidos, la mayoría de ellos corredores, y por abrumadora mayoría me
contestaron que preferían la madrugada y las primeras horas de la mañana para
realizar sus entrenamientos. Desde un punto de vista fisiológico, esta opción
no sería en teoría la más recomendable, pues como he mencionado en la
introducción, la temperatura corporal estará en su punto más bajo, y adicional
habrá un menor flujo sanguíneo. A través de la sangre es que nuestros músculos
reciben el oxígeno y los nutrientes necesarios para su correcto funcionamiento,
por lo que para entrenar después de estar tantas horas inactivo, necesitaremos
de un calentamiento más prolongado.
Pero
entrenar en las primeras horas del día tiene muchos puntos a su favor, tanto
desde el punto de vista climatológico, como del familiar, social y laboral. En
cuanto al clima, nuestro país cuenta con una alta temperatura y grado de
humedad en gran parte de su territorio, condiciones que aunadas hacen mucho más
exigente la ejecución de rutinas de ejercicio. Por eso muchas personas
prefieren entrenar cuando el sol está oculto o comenzando a despuntar, y la
temperatura es inferior a cuando el astro rey se coloca ya en el horizonte.
Ello conlleva que el deportista sienta menos desgaste y deshidratación, y pueda
completar sesiones de ejercicio de mayor duración. Adicional, las estadísticas
certifican que a partir del mediodía y en las tardes es cuando con mayor
frecuencia se producen tormentas eléctricas y lluvias intensas, lo que
condiciona muy negativamente la realización de ejercicio al aire libre.
En lo que
respecta al entorno familiar, social y laboral, la mayoría tenemos nuestros
respectivos compromisos, por lo que las jornadas están casi siempre enmarcadas
en estrictos horarios y obligaciones que no podemos dejar de lado, como por
ejemplo llevar a los hijos al colegio, cumplir con un horario de entrada y
salida del trabajo, o hacer mandados y diversas tareas domésticas. Obvio que
hay que tener mucha fuerza de voluntad para levantarse de noche, sobre todo
durante los fines de semana, pero al realizar nuestra rutina de ejercicio en
horas del amanecer, uno tiene una sensación similar a la del estudiante que “ya
ha hecho sus deberes”. Entrenar a primera hora del día obliga a uno a acostarse
antes, pero genera más constancia y regularidad, ya que es más difícil que el
entrenamiento se cancele por imprevistos, y te mantendrá activo durante el
resto del día.
EN LA TARDE - NOCHE
Un sector
minoritario de los corredores se ejercita en cambio en horas de la tarde y la
noche, principalmente debido a la imposibilidad material de entrenar a otras
horas. Estas personas afirman que realizar sus rutinas a las últimas horas del
día les ayuda a liberar el estrés y las tensiones que se han ido generando a lo
largo de toda la jornada, y que adicional a brindar un bienestar físico y
mental, les ayuda a tener un descanso profundo cuando se acuestan. Y es que los
fisiólogos afirman, con bastante consenso, que es entre las 5.00 pm y 6.00 pm
cuando un deportista tendría la capacidad para desarrollar su potencial físico
a la máxima expresión.
En
cualquier caso lo que parece innegable es que hay muchas más posibilidades de
tener que suspender un entrenamiento en la tarde-noche que en la madrugada, bien
por causa de la mala climatología, extensión de la jornada laboral, compromisos
y complicaciones que surgen fuera de agenda, o sencillamente cansancio o falta
de motivación entre otros motivos. La falta de luz natural ha dejado de ser
últimamente un impedimento, ya que están disponibles en el mercado sistemas de
iluminación muy eficientes como las lámparas de luces led que se sujetan
mediante correas en la cabeza del corredor, al estilo por ejemplo de las que se
usan en instalaciones bajo suelo como las minas, o linternas de mano que
alumbran lo suficiente para evitar tropiezos y caídas.
En resumen, podemos concluir que los corredores que se ejercitan de manera habitual en nuestro país suelen escoger los horarios de sus prácticas dependiendo más de la disponibilidad de tiempo, que valorando si desde un punto de vista fisiológico es mejor ejercitarse de mañana, o en la tarde-noche. La solución pienso es que cada persona encuentre ese momento del día ideal en el que integrar la rutina de ejercicio, buscando siempre que sea de modo armónico con el resto de sus actividades, -laborales, familiares y sociales-, y que le produzca en todo caso satisfacción y disfrute personal.
En resumen, podemos concluir que los corredores que se ejercitan de manera habitual en nuestro país suelen escoger los horarios de sus prácticas dependiendo más de la disponibilidad de tiempo, que valorando si desde un punto de vista fisiológico es mejor ejercitarse de mañana, o en la tarde-noche. La solución pienso es que cada persona encuentre ese momento del día ideal en el que integrar la rutina de ejercicio, buscando siempre que sea de modo armónico con el resto de sus actividades, -laborales, familiares y sociales-, y que le produzca en todo caso satisfacción y disfrute personal.
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