Remedios contra el Dolor de Yegua
Conoce más del llamado Flato, Stitch o Dolor Abdominal Transitorio
Buen domingo amig@s,
Aunque estamos a mitad de las festividades de Carnaval, por mi parte estoy aprovechando estos días para hacer cosas pendientes de la casa y el trabajo, que siempre hay, y adicional meter unos buenos entrenamientos ya que hay más tiempo libre. Y la verdad es que los días dan para mucho, porque tanto ayer como hoy me levanté a las 4.00 am para entrenar, y mañana y el martes creo que repetiré la fórmula. De ese modo se puede correr sin tanto calor, y el cuerpo no agarra excesivo castigo. Se que para algunos sonará extraño y dirán que estoy loco, pero bueno, si lo estoy no soy el único, porque estoy coordinando los fondos con otros runners, ayer el grupo de Fernando Blanco en Pipeline y hoy el de Carlos Ayala en la Cinta Costera y Casco Viejo. Para mañana tengo programado un 28 km y me acompañará mi amigo francés Patrick para darme asistencia con la bici.
Respeto al que le guste la ponchera, la mojadera y la chupadera, cada uno con lo suyo, mientras no se perjudique a terceros. Pero lamentablemente hay gente que no sabe divertirse sin tener que buscar pleitos con los demás, y así nos tocó hoy con un grupo que estaba tomando licor en los estacionamientos por Amador. Aunque pasamos algo lejos no faltaron las risas y los insultos de "ahuevados" y lindezas similares. Por fortuna no les hicimos ni caso, pero son situaciones que si a uno le pilla más en caliente pueden acabar bastante mal. Mucho cuidado con la gente amanecida y pasada de tragos estos días.
Adicional a contaros mis vivencias, os comparto un artículo que ha salido hoy publicado en LA ESTRELLA DE PANAMÁ y que preparé sobre el famoso tema del dolor de yegua, conocido también como dolor de caballo, flato, vaso, y en inglés como stitch.
La mayoría de vosotros lo habréis padecido en alguna ocasión, y aunque suele ser temporal, mientras afecta es realmente molesto, sobre todo si se presenta durante una competencia.
Podéis ver la nota en este LINK del periódico, en la imagen inserta a continuación, o como texto simple al final de la entrada.
Saludos y nos vemos en la Ruta!
FER
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EL “DOLOR DE YEGUA” EN LOS CORREDORES
Aunque no
se trata de una molestia exclusiva de los corredores, ya que afecta también a
deportistas de otras modalidades, el llamado “dolor de yegua” es una dolencia abdominal que aparece de manera
sorpresiva sin causa aparente, y que por momentos puede llegar a ser muy
incapacitante.
NOMBRE Y DESCRIPCIÓN
En nuestro
país se hace referencia a esta condición generalmente como “dolor de yegua”, aunque en otras
latitudes del continente también se la conoce como “dolor de caballo” o “vaso”,
y en Europa como “flato”. El término surge del paralelismo que existe entre
este dolor en las personas y el que sufren algunos equinos en su parte
abdominal debido al exceso de trabajo físico. En los países anglosajones se le
conoce como “stitch”, y en la
nomenclatura médica como “dolor abdominal transitorio (DAT) asociado al
ejercicio físico”.
La mayoría
de los corredores han sentido en alguna ocasión el “dolor de yegua”, el cual se presenta sin previo aviso como una
molestia aguda y punzante en la cavidad abdominal. Por lo general afecta al
lado derecho del abdomen y suele desaparecer después de un corto periodo de
tiempo. Mientras está presente puede llegar a resultar una dolencia tan
incómoda y limitante que nos impida seguir realizando ejercicio físico, o
cuando menos, afectar a nuestro nivel de rendimiento.
¿QUÉ LO CAUSA?
Se han
formulado varias teorías sobre los motivos que provocan el “dolor de yegua”, pero no hay consenso en
la comunidad médica sobre el origen real de esta dolencia. La que tiene mayor
aceptación apunta a la inflamación de los ligamentos del diafragma debido a la
oscilación que se produce al realizar el gesto de carrera. El diafragma es el
músculo principal de la respiración, y se sitúa entre la cavidad torácica donde
se alojan los pulmones y el corazón, y la parte abdominal, donde entre otros
órganos se ubican los intestinos, el hígado, el estómago, el páncreas y el
bazo. Esta oscilación natural de los órganos hacia arriba y hacia abajo que se
produce al correr de manera repetitiva, se acentuaría por la propia función
respiratoria, ya que al inspirar el diafragma desciende para permitir el
ingreso de aire a los pulmones, y al espirar se eleva mientras el aire es
vaciado al exterior. Ello generaría una enorme tensión en los ligamentos que
unen el diafragma a los órganos antes citados, la cual se traduciría en forma
de dolor punzante.
Otra
corriente afirma en cambio que el “dolor
de yegua” tiene su origen en una deficiente oxigenación del diafragma, ya
que al correr de manera intensa el riego sanguíneo se concentraría
principalmente en la musculatura del tren inferior. Ello tendría como
consecuencia una hipoxia o falta de suficiente oxígeno en el diafragma, con la
consiguiente fatiga y aparición de dolor.
Un elemento
adicional también a considerar hace referencia a las características del sujeto
que padece esta dolencia, ya que según algunos estudios hay mayor prevalencia
de casos en personas menores de 40 años, independientemente del sexo al que
pertenezcan.
PREVENCIÓN
Resulta
complicado establecer unas medidas de prevención para evitar la aparición del “dolor de yegua” cuando no se tienen bien
definidos los motivos que lo originan. En la actualidad se tiende más a pensar
que no existe un único dolor abdominal transitorio, sino que hay varias
manifestaciones del mismo, y que son múltiples los factores que inciden en que
este finalmente se presente o no.
Se afirma
que correr con el estómago demasiado lleno sería contraproducente y favorecería
la aparición del “dolor de yegua”,
sobre todo tratándose de alimentos de digestión lenta como azúcares, grasas y
carbohidratos. Por este motivo, la ingesta de alimento se debería realizar dos
o tres horas antes de comenzar el ejercicio físico. De igual modo, tener un
exceso de líquido o gas en el estómago al comenzar a correr tampoco sería
recomendable, así como ingerir bebidas muy frías. La hidratación se debería
hacer de manera gradual a pequeños sorbos durante el ejercicio, y no en grandes
cantidades. Un estómago con mayor peso favorecería no solo una mayor oscilación
de este órgano y fricción de los ligamentos del diafragma, sino adicional un
menor aporte de oxígeno al diafragma por motivo de la digestión en curso.
De modo
complementario al calentamiento tradicional que siempre debemos realizar antes
de correr, las personas proclives a sufrir este dolor deberían ejecutar
rotaciones abdominales e inspiraciones y espiraciones profundas por un par de
minutos antes de iniciar su rutina de carrera a ritmo progresivo.
SOLUCIONES
Cuando el “dolor de yegua” se presente a pesar de
las precauciones que podamos tomar, no es necesario parar del todo y dejar de
correr, salvo aquellos casos en que el dolor sea totalmente incapacitante. Por
lo general, bastará con ralentizar el ritmo de carrera, presionar fuerte el
área afectada con las yemas de los dedos, y realizar varias respiraciones
abdominales profundas, para que el dolor desaparezca con la misma inmediatez
como se presentó. Al realizar estos procedimientos, por un lado disminuiremos
la oscilación de los órganos del abdomen, y por otro, posibilitaremos un mayor
aporte de oxígeno al diafragma. Si el “dolor
de yegua” se presenta durante un entrenamiento no nos causará mayor
perjuicio, pero en medio de una competencia puede afectar mucho a nuestro
rendimiento.
PROPIA EXPERIENCIA
Llevo corriendo
más de cuarenta años y durante mi vida deportiva he sufrido de “flato” como lo
llamamos en España unas cuantas veces, aunque siempre he aplicado los remedios
antes citados y ha desaparecido al poco tiempo. De todos modos la fisiología y
personalidad de cada corredor es diferente. Conozco casos de maratonistas en un
perfecto estado de forma que han sufrido de manera sorpresiva “dolor de yegua” por unos días casi al
final de su plan de preparación, sin haber cambiado sus rutinas de
entrenamiento y alimentación. También casos en los que la persona estaba en
ayunas, no iba a ritmo exigido, ni estaba comenzando su rutina sino al final, y
de todos modos ha padecido de esta molestia. En lo personal creo que tiene una
gran influencia el nivel de estrés que sufra la persona, y si está llevando un
descanso adecuado al nivel de esfuerzo que realiza en sus entrenamientos.
Para
finalizar hay que hacer énfasis en que esta dolencia no es grave ni debe tener
consecuencias negativas en el largo plazo, pero hay que poner atención a que se
trate realmente de un “dolor de yegua”
y no sea otra patología diferente. Por lo tanto, si los dolores se presentan de
manera habitual también en otras zonas diferentes al abdomen o no están
asociados directamente a la práctica de ejercicio físico, se hace necesario
acudir al médico para la preceptiva consulta.
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