Buen lunes amig@s,
Espero hayáis disfrutado de un excelente fin de semana. Por mi parte lo gocé en plenitud, con muy buenos entrenamientos como el de ayer domingo en la ruta Gamboa - Summit con el team MW Costa del Este. Si correr en esta zona de bosque tropical es ya de por si maravilloso, hacerlo con un buen grupo de gente la verdad que es lo máximo. Y es que no faltaron ni los monos aulladores para despertarnos con unos cuantos alaridos.
Seguimos paso a paso la preparación para los objetivos de fondo de final de año, cada día con mejores sensaciones y ya sin ninguna molestia de espalda. Estoy de verdad como si hubiera vuelto a nacer. Menos mal que no le hice caso al "especialista" que solo hace unos meses me recomendó que dejara de correr. Si lo hubiera hecho a estas horas estaría totalmente deprimido psicológicamente, y convencido de que me habrían salido múltiples y variados achaques físicos.
En cuanto al resto de temas, os comparto mi último artículo para LA ESTRELLA DE PANAMÁ y que salió publicado ayer domingo. Se refiere al Reto Panamá - La Villa, una auténtica aventura de 260 kilómetros que cuatro atletas, dos nacionales - Loli Arosemena y Ramsés Cano -, y dos estadounidenses, - Chuck Schultz y Shan Riggs -, realizaron en días pasados con el objetivo de levantar fondos para apoyar al comedor del colegio de la heroica Villa. Mi más sincera enhorabuena a los cuatro por su determinación y esfuerzo. Hace falta en el mundo más personas solidarias como ellos. Estoy convencido que si lo repiten en el 2016 y lo anuncian con tiempo, otros corredor@s se les sumarán con gusto.
Os recomiendo leer el artículo en línea en este LINK, en la imagen inserta a continuación, o en modo texto al final de la entrada.
Fuerte abrazo y nos vemos en la Ruta!
FER
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KILÓMETROS SOLIDARIOS
Deportistas de diferentes disciplinas se enfocan cada vez
más en realizar retos y actividades con el objetivo de superación personal,
pero sobre todo para recaudar fondos con fines solidarios.
Solo pasaban unos minutos de las 4 de la tarde del pasado 8
de julio, cuando cuatro atletas comenzaron una exigente y ambiciosa meta: completar
corriendo los 260 kilómetros de distancia entre la ciudad capital y La Villa de
los Santos en un plazo de solo 48 horas, con el loable objetivo de recaudar
fondos para el comedor de la Escuela Nicanor Villaláz. El grupo lo conformaron
Loli Arosemena, natural de la Villa, aunque residente desde hace años en
Chicago, el reconocido maratonista local Ramsés Cano, y los estadounidenses
Chuck Schultz y Shan Riggs. Aunque todos ellos contaban con amplísima
experiencia en pruebas de ultrafondo, tuvieron que seguir un entrenamiento
previo específico para este evento a fin de aclimatarse a las especiales
condiciones de alta de temperatura y humedad de Panamá.
EN LA PANAMERICANA
Desde los estacionamientos del estadio Maracaná en la Cinta
Costera de la ciudad capital, el grupo se dirigió en primer lugar al Puente de
las Américas, y a través de la carretera Panamericana fue superando
sucesivamente las localidades de Arraiján, La Chorrera, Capira, Chame, San
Carlos, Río Hato, Antón, Penonomé, Natá, Aguadulce, Divisa, Parita y Chitré,
culminando el reto en la heroica Villa de los Santos el viernes 10 de julio ya
en horas de la noche.
El grupo de corredores contó con dos vehículos de apoyo y
un nutrido grupo de voluntarios que estuvieron pendientes en todo momento de
sus necesidades, adicional a otras personas que se sumaron por tramos para
acompañarlos. La seguridad fue un aspecto al que se le dedicó mucha atención,
ya que la carretera Panamericana es una vía con gran tráfico, incluyendo numerosos
camiones. Tanto de día como de noche, los corredores portaron sobre sus
uniformes bandas reflectivas para hacerse ver, y adicional cuando se ponía el
sol, se acompañaron de lámparas para facilitar la visión. Gracias a ello no
tuvieron mayor inconveniente con algunas víboras que se encontraron en medio
del camino, ni con los numerosos perros callejeros que salieron a su encuentro.
El cansancio y las molestias físicas, fueron algunos de los
enemigos que tuvieron que superar los corredores durante su larga travesía. Así
el estadounidense Schultz, quizás el más experimentado de todos ellos, entró en
deshidratación severa después de 18 horas de ejercicio, teniendo que ser
evacuado a Aguadulce para hospitalización, mientras que el local Ramsés Cano tuvo
que ser también asistido en la parte final debido a unas molestas ampollas en
sus pies que le impedían incluso el poder caminar.
En un evento de este tipo se pone a prueba la fortaleza
física y mental de los atletas, que tienen que superar una enorme distancia en condiciones
climáticas extremas: “llega un momento
en que el cuerpo ya no quiere dar un paso más” señala Cano; “después de tantas horas haciendo ejercicio,
te llega el sueño y los deseos de parar. Debes de engañar a la mente y
obligarte a seguir, una zancada tras otra, no pensar en todo lo que queda, sino
poner en perspectiva lo que ya has superado, y la determinación de terminar.
Había mucha gente pendiente de nosotros, voluntarios, donantes, los propios
estudiantes del colegio, y no podíamos fallarles”.
RECIBIMIENTO EN LA
VILLA
A pesar de todos los inconvenientes que tuvieron que
superar, el grupo pudo finalmente llegar a La Villa, cumplimentando una
distancia total de 270 kilómetros en un tiempo de 54 horas. En la última parte,
desde la localidad de Parita hasta La Villa, se congregó una enorme caravana de
autos y de personas dando apoyo: “fue
muy bonito y entrañable. A pesar de ser ya casi las 10 de la noche, muchas
personas del área salieron a nuestro encuentro. Hacían sonar sus claxon, nos
daban gritos de ánimo, y hasta lanzaron fuegos artificiales”, comenta
emocionado Cano.
RETO SOLIDARIO
El reto Panamá–La Villa nació con un objetivo solidario: recolectar
fondos para sufragar las mejoras del comedor de la Escuela Nicanor Villaláz de
La Villa. Así lo expresó Loli Arosemena, organizadora del reto: “nuestra intención es crear conciencia entre
los miles de Panameños y extranjeros que visitan y residen en este pintoresco
pueblo de gran cultura y tradición. Sabemos lo importante que es para un niño
la alimentación durante su desarrollo físico y mental, y es por eso que hemos
decidido apoyar esta obra para obtener un comedor que reúna todas las cualidades
de un ambiente adecuado y saludable. Esperamos servir de ejemplo entre los
miembros de la comunidad para lograr apoyo con proyectos como éste, y que se
organicen eventos que ayuden a restaurar otras instalaciones educativas”. A
la fecha de redacción de este artículo, las donaciones vía web superaban ya los
3,000 balboas, pero los organizadores confiaban poder doblarla con los aportes
que recibieron de manera presencial. Por su parte Cano se mostró muy
satisfecho: “lo volvería a hacer sin dudarlo un segundo. Me han llamado a veces
loco, pero eso me pone feliz, ya que esas locuras han sido para aportar a gente
que lo necesita. Ojalá sigan saliendo más locos dispuestos a ponerse metas
inalcanzables, y que su esfuerzo sirva para ayudar a otras personas".
18,000 CALORÍAS
Ese fue el número aproximado de calorías que el atleta
Ramsés Cano gastó durante los dos días que duró el reto. Y es que reponer
energías resulta fundamental para poder mantener el correcto funcionamiento del
organismo: “comer era un motivo de
satisfacción y rompía la monotonía de tantas horas en la carretera. Ingeríamos
de todo, desde sancocho que nos hacía mucho bien, a pasta, hamburguesas, no nos
privamos de nada”.
CAMINAR - CORRER
La estrategia seguida por los corredores fue la denominada
CA-CO, caminar y correr de forma alterna y programada por periodos de tiempo.
Eso permite al deportista relajar algo su musculatura, y poder comer y
rehidratarse sobre la marcha. Solo en algunos momentos pudieron dormir tumbados
fuera del hombro por pequeños periodos, que sumados no totalizaron más que tres
horas entre los dos días.
Gracias, que belleza ser parte de tu blog. Es un honor ! Espero que las personas que lo lean puedan apoyarnos, seguimos recaudando fondos. Quería también decirles que sí avisamos con tiempo pero tuvimos muy poca cooperación de los comunidad de ultrarunners de Panama y tampoco de las compañías que normalmente apoyan esta disciplina. Cada vez que pedía ayuda, solo recibía ideas de como hacer algo que ya tenia cuerpo. Creo que hay muy pocas personas que tengan el tiempo para correr por amor al arte en medio de la semana ni tampoco el que querer patrocinarse a si mismos en un recorrido de esta magnitud. Mi más humilde respeto a todas las personas que siguen esta disciplina y que Viva Panamá. Infinito Amor y Gratitud
ResponderEliminarGracias a ti Loli, ya para próximas ocasiones confío se sumen más patrocinadores y acompañantes. La verdad que no es fácil entre semana, quien más quien menos tiene su trabajo, familia,...aunque cuando se quiere realmente algo se encuentra el tiempo. Desde esta humilde página y en lo que podamos ya sabes estamos a la orden, fuerte abrazo, FER
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