Buen inicio de semana amig@s:
Os comparto mi última colaboración para la sección Facetas de LA ESTRELLA DE PANAMÁ, en esta ocasión destinada a ofrecer consejos y alternativas para crear un hogar amigable y funcional.
Podéis leer el artículo en la web del propio periódico (VER NOTA), la página completa en la imagen inserta a continuación, o como texto simple al final de la entrada.
Saludos y nos vemos en la Ruta!
FER
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HOGARES AMIGABLES
“Hogar dulce hogar”. Esta frase que decora la entrada de
muchas casas simboliza la sensación que todos desearíamos sentir cuanto
cruzamos el umbral de nuestra residencia. Pero con frecuencia, lo que debería
ser un oasis de bienestar, dista mucho de la realidad.
En una sociedad que cada día se debate más entre fenómenos
como la competitividad en el ambiente laboral, el estrés asociado al manejo, o
la inseguridad en las calles, los hogares tendrían que ser sinónimos de paz y
relajación. En nuestras casas deberíamos ser capaces de recrear un ambiente
amigable, dentro de un entorno que sin dejar el elemento decorativo y visual al
margen, fuera principalmente práctico para satisfacer nuestras diferentes
necesidades de aseo, descanso, recreación o alimentación. Por desgracia, en
demasiadas ocasiones no tenemos en cuenta a la hora de adquirir, diseñar y
decorar nuestras casas estas necesidades, y los hogares terminan por no ser
prácticos ni eficientes. Actualmente otro fenómeno se ha añadido a este
panorama, ya que muchas personas han optado por desarrollar el mayor porcentaje
de su actividad laboral desde la propia casa, utilizando un espacio compartido
para ello. Aunque pudiera parecer que el trabajo desde casa solo tiene
ventajas, cada vez son más frecuentes los inconvenientes y problemas que se
derivan de compatibilizar actividades laborales, sociales y familiares bajo un
mismo techo.
DISEÑO DEL ESPACIO
“Una casa no se diferencia mucho conceptualmente de otros
elementos que integran nuestras vidas”, comenta José Vicente Hernández,
especialista y coach en diseño de
interiores. “A la hora de elegir y configurar nuestro hogar, deberíamos de
tener en cuenta en primer lugar las necesidades, tanto presentes como futuras.
Igual que no tiene mucha lógica que una persona soltera se compre un carro
monovolumen de ocho puestos, tampoco que alguien sin familia adquiera para
propio uso una casa por ejemplo de cinco dormitorios. Lo que sucede es que
muchas veces se compra priorizando el factor de inversión económica, sobre el
factor de funcionalidad y bienestar”.
“Se debe crear conciencia en el sentido de que el hogar se
debe ir construyendo poco a poco, y no querer desde el día uno completar los
diferentes ambientes en su totalidad. Las casas deben ir creciendo como
organismos vivos” señala Hernández; “precisamente es ese afán por llenar los
espacios con muebles, cuadros, o adornos, que acabamos adquiriendo casi siempre
de modo aleatorio aunque no sean de nuestro agrado ni representen nuestra
personalidad, es lo que provoca que cuando lleguemos a la casa no nos sintamos
realmente en lo que debería ser un espacio propio y único. Debemos
acostumbrarnos a ir amueblando y decorando nuestras casas conforme
desarrollamos nuestros proyectos de vida, tanto incluyan estos la presencia de
una familia o no. De otro modo solo habitaremos espacios fríos e impersonales.
Esto a su vez tiene gran influencia en el nivel ulterior de interacción y
armonía de las relaciones personales que se van a dar entre los distintos
miembros que habitan el espacio común”.
Para conseguir un hogar amigable y funcional no es
requisito imprescindible el disponer de grandes espacios. Según Hernández,
“cada día aprendemos más a optimizar los diseños y a aprovechar el metraje
disponible para crear diferentes ambientes. Tradicionalmente se ha venido
manteniendo el concepto de que cada actividad debía tener un espacio propio en
la casa. Así la recámara, sobre todo en Europa, siempre ha sido una habitación
dedicada en exclusiva al descanso, y no una oficina, cuarto de estudio o sitio
para ver televisión. Las áreas comunes por lo tanto adquirían una enorme
importancia desde el punto de vista de la socialización. Esto en nuestras
latitudes es algo diferente por la influencia de los Estados Unidos, y muchos
niños y adolescentes pasan la gran mayoría de su tiempo encerrados en sus
cuartos, sin casi interactuar con el resto de los miembros de la familia.
Deberíamos plantearnos en estos casos el hacer una reconversión de los
espacios, para en cierto modo obligarlos a romper esa tendencia, sacarlos de su
mundo, y que sientan toda la casa como propia y no solo su cuarto”.
HOGAR FUNCIONAL
Con frecuencia salen publicadas en los medios noticias
sobre personas acumuladoras, llamadas hoarders
en inglés, que guardan cientos de objetos en sus residencias sin ningún tipo de
orden, convirtiendo sus casas en auténticos depósitos en los que no queda
prácticamente espacio para caminar ni realizar actividades cotidianas como
cocinar, utilizar el aseo o dormir. Sin llegar a este extremo de acumulación,
tendremos que reconocer que en la mayoría de nuestros hogares sobran cosas, y
que podríamos prescindir de una gran cantidad de objetos sin que se viera
afectado nuestro bienestar. Es más, precisamente esa tendencia natural de las
personas a poseer objetos como sinónimo de estatus social y felicidad, es lo
que nos lleva muchas veces al efecto contrario, y nos acaba por generar estrés
y frustración.
Hay que tener también en consideración que la tecnología se
va adueñando a pasos agigantados de nuestros hogares, y frente a la simplicidad
de hace décadas cuando casi todo era manual y se podía reparar casi “a martillazos”, nos encontramos con que
dependemos de aparatos, controles, y artefactos eléctricos que raramente
entendemos a plena funcionalidad, y que se descomponen con tremenda frecuencia convirtiendo
nuestras vidas en lo más parecido a un calvario. Sin quedarnos anclados en la
edad media, ni negar las ventajas de la modernidad, deberíamos llegar a tener
control sobre los diferentes elementos de nuestro hogar, y no acabar siendo
esclavos del progreso.
HÁBITOS DOMÉSTICOS
Existen muchos consejos y hábitos que podemos aplicar en
nuestra casa para hacernos la vida más fácil. En los dormitorios se debería
contar con persianas y/o cortinas opacas que puedan obturar de manera eficaz el
paso de la luz, y ventanas con buen ajuste que impidan o al menos atenúen los ruidos
exteriores. En el cuarto de aseo, y por motivos de salubridad y evitar propagación
de olores, se recomienda bajar la tapadera del inodoro después de usarlo, y
antes de proceder al vaciado del tanque de agua. Es preferible también si se
comparten jabones o champús tener dispensadores líquidos en lugar de pastillas,
y toallas independientes para cada uno de los usuarios. Los topes de encimera
de las cocinas se recomiendan de colores claros en los que se pueda detectar la
suciedad y posibles insectos, y que haya una buena ventilación y salida de
gases. En cuanto al manejo de los desechos, y aunque todavía no hay en Panamá un
sistema de reciclaje instaurado a nivel general, resulta práctico disponer de
dos tambuchos independientes, uno para residuos orgánicos, y otro para objetos
como papel, cartón, vidrio, plástico y metal. El correspondiente a residuos
orgánicos se desecharía a diario, mientras que el otro lo podemos mantener
hasta que se complete en su totalidad, ya que no se descompondrá ni generará
olores. Una alternativa ecológica y saludable que se está popularizando es la
de tener pequeños huertos urbanos en las casas, incluso aunque las mismas no
dispongan de terreno. Hay variedades de especias y otras plantas que son
fáciles de cultivar en pequeños potes, siempre que tengan acceso a luz y agua.
Adicional estos pequeños huertos darán un toque de vida y color a nuestro
hogar.
LAS RECÁMARAS
Conforme a diversos estudios, en nuestro continente las
personas pasan un promedio de entre nueve a diez horas en el hogar, de las
cuales un ochenta por ciento las ocupa en su propia recámara. De esto anterior
se desprende la tremenda importancia de que el citado espacio cumpla con
nuestros requerimientos, y sea un ambiente amigable y funcional. El elemento
básico y central de toda recámara como es obvio deberá ser la cama, ubicándola
de modo que se tenga vista a la puerta, y de espaldas a las fuentes de luz. A
la hora de priorizar tu inversión, compra un somier y colchón de alta calidad, ya
que tu cuerpo te lo agradecerá, y será garantía de muchas horas de plácido
sueño.
NO MOLESTAR
El que los hogares tengan zonas comunes y otras denominadas
como privadas, no significa que se deban de levantar barreras. Es frecuente que
sobre todo los adolescentes recelen de la intromisión de los padres en sus
vidas, a la par que estos quieran tener conocimiento y/o control de sus
amistades y actividades. Los psicólogos recomiendan dar a los menores su
espacio, pero no permitir que cierren los cuartos con llave, ya que el respeto
por la privacidad debe estar basado en la confianza mutua entre padres e hijos
y no en candados o cerraduras.
CERO HUMEDAD
El alto grado de humedad presente en muchas de nuestras
casas provoca que con frecuencia los objetos y vestidos que guardamos en
armarios y clósets se dañen y en casos extremos adquieran incluso moho.
Adicional a mantener un bombillo encendido, un remedio muy sencillo es
distribuir en el espacio trozos de tiza o bolsas pequeñas llenas de arroz, los
cuales absorberán la humedad.
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