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12 junio 2014

La Cultura del Reciclaje

No es más limpio quién más limpia sino quien menos ensucia


Buen jueves amig@s:

Os comparto mi último artículo publicado en LA ESTRELLA DE PANAMA, sección BIENESTAR, con relación al tema de la basura y la cultura del reciclaje. Podéis ver el ARTÍCULO PRINCIPAL en línea, la página completa en la imagen inserta a continuación, o como texto simple al final de la entrada.

La Triple RRR




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CONVIVIENDO CON LA BASURA

Dice un refrán que “no es más limpio el que más limpia sino el que menos ensucia”. Y es que por muchos camiones recolectores y servicios de limpieza que las autoridades establezcan, el cuidado del ambiente comienza por nosotros mismos

En vez de convivir como sería de desear en espacios agradables y salubres, en la mayoría de las ocasiones nos vemos obligados a estar esquivando los residuos que pueblan sin solución de continuidad las aceras, plazas o jardines de nuestros pueblos y ciudades. Y es que el manejo de los desechos urbanos se ha convertido en uno de los grandes problemas sin resolver en la ciudad capital y alrededores, aunque también afecta a nivel del país en su conjunto. No importa el color del alcalde o gobierno de turno, que las promesas de aplicar soluciones eficaces generalmente quedan precisamente en eso, solo promesas, mientras que la basura se amontona en las calles y vertederos improvisados por doquier.

LA TRIPLE R

Reducir – Reusar – Reciclar, es una regla sobre hábitos de consumo inicialmente promovida por la organización ecologista Greenpeace. Con ella se busca promover en los usuarios que sean más racionales a la hora de utilizar bienes materiales, contribuyendo a la defensa del medio ambiente. Así en primer lugar se promueve Reducir el consumo tanto de bienes como de energía, buscando ser más eficientes. En segundo lugar se fomenta Reusar objetos a los que se les pueda buscar una utilidad diferente a la original, permitiendo que tengan una segunda vida útil. Por último, se incentiva la cultura del Reciclaje, ya que muchos de los materiales que usamos en nuestra vida diaria pueden volver a ser procesados manteniendo casi íntegra su naturaleza, como es el caso del vidrio y el papel.

LA CULTURA DEL RECICLAJE

En los últimos años se han producido algunos avances en promover la cultura del reciclaje y el manejo ordenado de los desechos a través de ferias y talleres, impulsados principalmente por grupos ambientalistas y organizaciones privadas sin ánimo de lucro. El punto de partida sería el de no tirar basura y desperdicios fuera de los tinacos o basureros al efecto, en contra de la costumbre de arrojarla en la calle o arcenes de las carreteras, sobre todo desde vehículos en marcha.

Fomentando el reciclaje las personas deberían hacer en sus casas ya una primera selección de los residuos, ubicándolos en compartimentos separados según se trate de materia orgánica (restos de comida), vidrio, papel y cartón, o plástico. El 90% de la basura que producimos en nuestros hogares se encuadra dentro de uno de estos grupos y se le puede sacar utilidad. El mobiliario dañado, electrodomésticos viejos, o llantas usadas no deberían considerarse como basura normal, sino como desechos que deben ser llevados a centros de acopio específicos donde también pueden ser tratados. Es norma que los servicios de recogida no se llevan esta clase de objetos, y si los dejamos junto con la basura tradicional van a quedar por mucho tiempo afeando el ambiente y degradándose a la intemperie.

TRATAMIENTO DE MSW

En numerosas urbes del mundo, con problemas en el manejo de la basura incluso mucho más acuciantes que Ciudad de Panamá, se han establecido plantas industriales que ofrecen diferentes procesos para su tratamiento de una manera amigable con el medio ambiente y económicamente sostenible. Las siglas MSW se refieren a municipal solid waste (basura sólida urbana), la cual es recogida con regularidad de contenedores sellados y llevada a la plantas, donde se realiza una primera revisión para separar materiales que pueden ser reciclados como metales, vidrio, plásticos o papel. El resto pasa a una segunda etapa en la que estos residuos al descomponerse producen gas, el cual posteriormente se combustiona generando energía eléctrica en una turbinas al efecto. Esta energía sustituye a la generada por otras fuentes no renovables como la proveniente de combustibles fósiles, contribuyendo a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero a la atmosfera. Incluso al material resultante del proceso todavía se le puede sacar utilidad, ya que en parte puede ser utilizado como insumo en plantas de cemento / asfalto. Por último, la materia sobrante se ubica finalmente en rellenos encima de la tierra, ya que el material queda totalmente inerte sin que produzca contaminación para el sub-suelo.

Para las comunidades que cuentan con este tipo de plantas, la basura deja de ser un problema, y pueden disponer de la misma de un modo ambiental y económicamente sostenible en el tiempo.

BOLSAS DE SUPERMERCADO

Las bolsas plásticas de supermercado son uno de los objetos cuyo consumo se está intentando reducir con mayor énfasis. Estas bolsas pueden ser reusadas por ejemplo para otros fines, así como recicladas, pero con frecuencia sencillamente acaban tiradas por el piso contaminando incluso fuentes de agua. A nivel local muchos establecimientos ya ofrecen sus propias bolsas ecológicas reutilizables hechas de algodón o yute para que el usuario las lleve siempre consigo, e incluso hay ciertas fechas en las que no se suministran bolsas plásticas, siendo sustituidas por cartuchos de papel y cajas de cartón.

BASURA QUE NOS SOBREVIVE

La próxima vez que estemos tentados de arrojar basura en la calle, deberíamos recordar alguno de los siguientes datos: el papel y cartón a la intemperie tienen un tiempo de degradación aproximado de un (1) año; los envases de jugo un tiempo de degradación de 30 años; las bolsas de plástico de los supermercados no se degradan hasta después de 150 años; las botellas plásticas demoran en degradarse entre 100 a 1,000 años dependiendo de su material; y una botella de vidrio tarda un aproximado de 4,000 años en su total degradación. Las cifras la verdad asustan y nos deberían llevar a la reflexión de que no solo estamos contaminando el planeta para nosotros, sino para nuestras generaciones futuras.

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Saludos y nos vemos en la Ruta!

FER

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