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07 noviembre 2009

Armando el Puzzle

Hoy no estaba muy convencido de como empezar la entrada. Sabía lo que quería escribir, pero no tenía claro si os llegaría bien lo que os deseaba transmitir. Afortunadamente y para tomar inspiración, realicé la visita diaria de los blogs que sigo y me encontré una entrada de Ernesto Durán en la que compartía con sus lectores bastante bien lo mismo que yo siento en estos momentos.


Comentaba el amigo Ernesto que se ha pasado los últimos meses inmerso en una dinámica de preparación muy fuerte y planificada para correr su Maratón de Nueva York del domingo pasado, en el que obtuvo de lejos el objetivo de clasificar a Boston con un tiempazo de 2h 58. Ahora cumplido ese reto, sin esa motivación que ha tenido siempre en la mira por meses aunque fuera a horas del día en las que no estaba entrenando, dice se encuentra como vacío. El lo llama un Vacío Virtual. Y es que como bien dice Ernesto, cuando uno tiene una cita deportiva a la que le ha dedicado tanto empeño, sacrificio, constancia e ilusión y esta pasa, aunque sea de un modo exitoso, se queda uno sin referentes a corto plazo, y de una vez debe de buscar algo en su remplazo.

Hace solo un par de días que en este mismo blog os comentaba que estaba detrás de establecer el ¿y ahora que después del Valle??? La verdad es que estoy muy satisfecho de como se desarrollo la prueba, de los comentarios recibidos, y de mi propia actuación,...pero uno necesita vivir de realidades, no de recuerdos aunque estos sean recientes.

Desde hace un par de meses yo mismo promoví realizar un reto de ultrafondo de 100km en Diciembre, y en esa dinámica arrastré inicialmente a LC Stoute y Joakim Westerberg. Hasta solo hace un par de días ese parecía mi único objetivo claro antes de finalizar el 2009, todo lo demás se supeditaba a esa prueba de ultrafondo. Esos 100km eran como la única pieza de un rompecabezas que debía de ser completado por otras muchas para poder tener una imagen clara de cuales iban a ser mis entrenos, mi rutina, y mi vida por lo que quedaba de año. Estos días intenté jugar con las demás piezas, poniendo unas y quitando otras, como si se tratara de un tangram pero no lograba articular ninguna figura que me resultara atractiva, que me motivara. La pieza del 100km de la que estaba partiendo tenía tales aristas y particularidades que no casaba con ninguno de mis otros planes, ni deportivos, ni de ocio, ni familiares. Empecé a plantearme que quizás el problema no era armar las demás piezas, cuales poner y cuales no, sino que estaba partiendo de un error de origen. La pieza que sobraba era ese 100km. De todos modos, al haber sido yo el promotor de esta idea me sentía un poco obligado con los demás, si bien es cierto que recién ha pasado la prueba del Valle y no es que hayamos hecho una preparación o logística específica que se pueda perder.

Ayer en la tarde tenía ya la pieza de los 100km en mi mano sabedor de que debía sacarla del juego, pero necesitaba un pequeño empujón. Casualidades del destino o no, ese impulso definitivo para descartarla llegó en la noche por medio de una llamada. Simón Alvarado me invitaba a formar parte de un equipo para correr un 21 km por relevos en Bocas del Toro justo en la misma fecha en la que tenía programado el 100km. En cierto modo fue una liberación, porque ese 100km me estaba empezando a atormentar, y no conseguía la motivación necesaria para durante estas 7 semanas dedicarle horas y horas a meter fondos largos.

Pienso que si la prueba del Maratón del Valle la preparé bien, con ilusión y empeñó, fue porque me motivaba hacerla. Y esa motivación estuvo presente día tras día durante las últimas 10 semanas. Creo el ultrafondo es un mundo totalmente distinto a todo, ciertamente me atrae mucho y estoy seguro que realizaré numerosas pruebas a futuro, pero ahora mismo no estoy preparado para ello. Comuniqué rápidamente por e-mail ayer mismo la decisión a LC y Joakim para que se programaran en sus planes, y LC me contestó por todo con una palabra: Chicken ! ! !

La verdad es que LC tiene parte de razón. Los 100km ahora mismo son para mi un reto demasiado fuerte para afrontarlo sin la motivación adecuada. No tanto me tira para atrás el mismo hecho de salir un día a hacer un 100km, sino toda la preparación, cuidados, y demás asuntos que van ligados a poder someter al cuerpo a un esfuerzo de 10 o 12 horas. Se que hay otros atletas como Ricardo Abad y bestias pardas similares que se hacen un 100km como quien se toma un vaso de agua, pero yo no he llegado a ese extremo. Así que Dios mediante, mi debut en 100km quedará para mas adelante.

Una vez excluida la ficha de los 100km de diciembre, rápidamente todo lo demás ha ido encajando sin mayor problema. Mi próxima competición será en 2 semanas en la Media-maratón de Summit-Gamboa, la cual tomaré como un test para evaluar cuan rápido estoy y como afrontar la que seguramente será la siguiente cita: la Maratón de San José en Costa Rica para el 6 de diciembre. De allí, ya bajaré fondo aumentando calidad hasta final de año para cerrar la temporada en los 21 km relevos de la Isla de Bocas. La organización nos ha invitado al team, el cual compartiré adicional a Simón con mi gran amigo y compañero de equipo Fernando Blanco. Es todo un lujo que hayan pensado en mi para el terceto, ya que ambos son historia viva y presente del atletismo de fondo panameño. Ninguno tenemos gran experiencia en Bocas, de hecho ni Blanco ni yo hemos competido nunca allá y Simón solo en una ocasión hace ya 30 años, pero dar vueltas a una isla tan paradisiaca suena super chévere.

Así que hoy salí a entrenar ya con la mente ordenada y relajada, con una idea bien clara de objetivos que me motivan, y de como planificarlos para llegar a los mismos en el mejor estado posible. Como mañana tengo mi long run dominical hoy solo corrí algo mas de 50 minutos dando una vuelta al circuito del Lago, y completando con un loop en subida por la base del Cerro El Peñón. Me lo tomé algo relajado y pese a salir ya muy tarde a las 8.00 am no agarré la visera ni me di vaselina en las cejas para protegerme del sudor. Así que con el sol que hacía me cogí una tostada fenomenal, los ojos se me llenaron de salitre, y llevaba la mirada medio entornada.

Para mañana entrenaré por Gamboa con mi amigo Patrick Niau, un atleta francés que vive justo en el Peñón, espero sea un fondo relajado y mas fresco que el entreno de hoy.

Sed buen@s,

FER

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