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10 septiembre 2009

Con el miedo en los talones

El título de la entrada de hoy pareciera referido mas a un blog sobre películas del Oeste, los típicos “Western”, pero pronto sabreis el motivo de tan sugerente encabezado, vamos por partes.

Hoy me levanté temprano y antes de marchar para el trabajo hice una actividad relacionada con el running, no referida al entrenamiento propiamente dicho, pero sin la cual precisamente los entrenamientos no serían posibles. La cuestión es que aunque gracias a Dios contamos con una persona en la casa que nos lava y plancha la ropa, en lo que se refiere al equipamiento deportivo prefiero encargarme yo personalmente, al igual que del calzado. En estas semanas en que estoy haciendo mas fondo, la ropa sucia se multiplica y se repite día tras día la rutina de lavarla, ponerla a secar, y guardar la limpia ya seca. En estos últimos días que he cogido mas barro en mis entrenamientos, los calcetines han sufrido especialmente las consecuencias, y por mucho que uno los ponga con suavizantes y toda clase de limpiadores, parece imposible que vuelvan a lucir el blanco inmaculado de cuando estaban recién estrenados.

Ropa tendida

Las zapatillas también sufren lo suyo, pero con jabón neutro y un cepillo suave suelen quedar casi intactas, y pronto recuperan sus colores y esplendor. Os aconsejo no froteis con fuerza ya que el tejido en plan “malla” que suele recubrir el material mas sólido puede sufrir mucho, y a la larga romperse. Lo mejor es quitar los cordones y sacar la plantilla, que se lavan a parte, y aclarar con agua abundante una vez ya enjabonado y limpio el calzado. Este se pone a secar en un lugar a cubierto, ya que si le cae la lluvia adicional a secarse mas tarde, esta agua puede contener compuestos mas agresivos que el agua de la pluma. Las plantillas se secan mejor sobre una superficie plana, no es recomendable colgarlas con un gancho o pinza en el tendedero porque se pueden deformar y luego dar molestias a nuestro pie. Personalmente prefiero colgar las zapatillas del talón, con cuidado de no deformarlo, con la puntera hacia abajo. Si se cuelgan de la lengüeta esta suele quedar doblada. Como tengo bastantes perros en la propiedad, tomo la precaución de insertar el cordón por uno de los ojales y hacer un nudo en la cuerda del tendedero, así si por casualidad se sueltan las pinzas la zapatilla, no se cae al suelo sino que se queda colgada del cordón y los perros no la utilizan como juguete.

Correr

Por lo que respecta al entrenamiento, hoy me tocaba 1h30 minutos con algunos cambios. Decidí salir para darle 3 vueltas al Circuito del Lago. La tarde estaba soleada y nada hacía presagiar lo que se me vendría después. De sensaciones las piernas no iban del todo mal, aunque según pasaban los minutos me iba entrando como pereza, lo que se llama “caraja”, y entré en un estado mental de aburrimiento. Así completé la primera vuelta, bebí una de las botellas de agua que dejo ocultas en casa cuando corro en este circuito, y comencé el segundo giro. Cuando llevaba como 1.5 km de ese nuevo loop, sin previo aviso, el cielo se cerró como si alguien hubiera mandado apagar las luces. Fue cuestión máximo de un par de minutos en que de estar soleado, todo se oscureció, y comenzó a llover. Después de llevar viviendo ya 10 años en Panamá estoy acostumbrado a ver tormentas de todos los tamaños y colores y nada me sorprende, pero el cambio tan brusco de ayer en la tarde no fue nada normal. No me dió tiempo ni a guarecerme, fueron caer 10 segundos de lluvia y ya estaban como tirando calderos de agua, adicional a que se puso un viento horrible que hacía que la lluvia cayera totalmente inclinada.

Me protegí por unos segundos debajo de una parada de bus, pero era tal la violencia de la lluvia y el viento que opté por seguir corriendo, ya que parado me mojaba igual. La temperatura me hubiera gustado medirla, pero debió de bajar la sensación térmica como 10º centígrados de un solo. En lo personal la lluvia no me molesta, de hecho corro muy bien cuando llueve y el suelo está mojado, como que me estimula, y por unos momentos la bendije. El problema surgió cuando empezaron a caer rayos por todos los sitios. Como corro alrededor del Lago de las Cumbres era impresionante la actividad eléctrica, se veía la luz de los rayos zizaguear en el cielo para a los pocos segundos oír el correspondiente trueno. Me dije que tenía que llegar a casa sin demora, y me empezó a entrar mucho miedo. Por el área del Lago que es la mas baja del circuito, y aunque solo habrían llovido unos 5 minutos, ya estaba todo inundado, se formaron pequeñas quebradas que atravesaban la calle, y en algunos sitios el agua me llegaba a la altura del gemelo. Si no fueran por lo rayos la verdad es que era una situación para disfrutar, ya cuando estás totalmente empapado te da igual que llueva o que tengas que meterte en charcos. Cuando ya iba subiendo para la casa, oí un chasquido seco muy fuerte detrás de mi, y casi me voy al suelo del susto,…el corazón se me puso a mil por hora. Al voltearme vi como a unos 10 metros un poste eléctrico y un transformador del cual todavía salían chispas y humo,...le había impactado un rayo,...y al mismo tiempo oí el trueno,…BROUMMMMM,….madre mía ! ! ! No sabía donde meterme, si caminar, si correr,…que miedo.

La verdad me preocupé bastante, a la vez que pensaba que mi mujer en casa estaría también intranquila pensando donde andaría metido. Así que como ladrón escapando de la escena de un crimen, de modo sigiloso seguí corriendo y mirando para todos los lados como si eso me hubiera evitado que un rayo me impactara encima. No se cuantos rayos pudieron caer en esos 20 minutos de tormenta en los que estuve desprotegido en medio de la nada, pero calculo que unos 4 por minuto, o sea, unos 80 en total. Dando gracias a Dios alcancé el portón de casa, y todavía con el corazón acelerado cogí la cámara y grabé un video que os cuelgo. Si lo veis fijaros nada mas empezar que se oye un trueno de fondo, y tengo que gritar mas de lo que lo suelo hacer porque realmente es que no se escuchaba nada con todo el ruido de la tormenta.

Después me abrigué bien, estiré, y tomé una ducha con agua caliente para evitar en lo posible coger un resfriado. Al final los rayos, que no la lluvia, me hicieron acortar el entreno una vuelta, así que solo pude correr una hora, bueno, 56 minutos para 11.2km, a una media de 5m/km. Mañana tengo que madrugar y en menos de 12 horas estaré de nuevo en el asfalto, ya que quiero meter el entreno temprano y dejar mas tiempo de recuperación para el fondo largo de CACO del Sábado.

Antes de terminar esta entrada y despedirme hasta mañana, agradecer los mensajes que me seguís mandado, y los comentarios en el blog, sois geniales y así da gusto seguir escribiendo,…espero que no se me olvide nadie, gracias a Kñi de Tafalla, Pablo Testa, Pedrito Cordovez, y Alghis Fu (aka Fantasma).

1 comentario :

  1. ¡¡¡Me han encantado las dos partes de la entrada de hoy!!!
    La primera genial, ¡¡¡una foto!!! ¿¿¿zapatillas??? ¡¡¡joderrr!!! Que lección Fer, nunca imagine clase tan instructiva y que diera para tanto (como, donde, y porque) Ya estoy comprándome un par de zapas wapas y un pastor alemán, yo solo tengo un caniche y no llegaría a los cordones ni dejándolos sueltos.
    El día que cuelgues la foto de una ciudad no me lo pierdo, quienes la colonizaron? Historia y costumbres, habitantes, comidas típicas, ¡¡¡vamos la repera!!!
    La segunda parte, muy wapa también, reconozco que he llegado a sentir frió, miedo, sensación de apuro, vamos que lo he vivido como si estuviese allí, lo que no he encontrado a sido la marquesina para protegerme un poco.
    Que grande eres Fer y que bien lo paso en esta tú casa.
    920 entradas, habrá que estar atento, ya casi las 1000.
    Enhorabuena y abrazos.
    PD. Tengo que dejarte, pues he visionado el video y se me ha llenado el escritorio de agua, voy a por un paño. CHAO

    Kñi.

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